Siete viviendas de dos colonias populares al sur de la ciudad se colapsaron el martes 28 de diciembre debido a un añejo problema que se agravó con las últimas lluvias.
El subdirector de Protección Civil Municipal, Antonio Alfaro, informó que los habitantes de estas casas, ubicadas en los barrios Cumbres del Rubí y Anexa Ramírez, pudieron ser desalojados a tiempo y no hubo en el derrumbe personas lesionadas.
Durante las pasadas tormentas, que sucedieron los días 21 y 22 de diciembre, las autoridades advirtieron a los dueños de las propiedades que comenzaran a desalojar pues había serios riesgos de que colapsaran.
Unas 17 personas buscaron entonces refugio en el albergue temporal que ofreció Desarrollo Integral para la Familia durante la contingencia.
Según Alfaro, la inestabilidad de estos inmuebles empezó a registrarse desde el año 1996 y los deslizamientos de tierra volvieron a repetirse en 2003.
Hace cinco años las familias que ahí vivían fueron notificadas respecto a que era necesario que desalojaran sus casas, incluso les fueron colocados engomados rojos que advertían del inminente riesgo de las casas, aseguró Alfaro.
Las personas afectadas fueron trasladadas con familiares o amigos y el municipio dará seguimiento a su situación para que se le dé los apoyos ante esta condición.
Los daños en esa zona y otras áreas de la ciudad asentadas en cañones o laderas podrían ser más graves, pues agencias de pronósticos climáticos han señalado que para la madrugada de este miércoles 29 de diciembre se aproximará una tormenta desde el noroeste de la región.
El gobierno municipal anunció, sin embargo, que estas lluvias no requerirán una declaratoria de prealerta ni alerta, aunque recomendaron a la población estar pendientes de muros de concreto, de llantas o de bloque que hayan quedado en mal estado a causa de las pasadas lluvias.
Protección Civil señaló que quienes vivan cerca de muros o bardas inestables opten por alejarse de esas construcciones pues pueden colapsarse debido a que la tierra continúa saturada de agua.