TIJUANA.- A trece días de conquistar el cuarto campeonato mundial en diferente división, el boxeador Erik "Terrible" Morales recibió un homenaje del Gobierno del Estado en el Centro de Alto Rendimiento de Alto Rendimiento la tarde del viernes.
El gobernador de Baja California, José Guadalupe Osuna, otorgó al púgil un trofeo que lo nombra Embajador Internacional de Baja California y lo postuló para que sea candidato por esta entidad al Premio Nacional del Deporte, en la modalidad de deportista profesional, un reconocimiento que otorga la federación cada año.
Además, el mandatario estatal anunció la creación de un centro de alto rendimiento de altura en el Parque Nacional de la Sierra de San Pedro Mártir, a semejanza del que existe en el Centro Ceremonial Otomí del Estado de México, que llevará el nombre del boxeador.
Morales, de 35 años, ganó el pasado 17 de septiembre en Las Vegas, Nevada, el campeonato superligero del Consejo Mundial de Boxeo tras derrotar en diez episodios a Pablo César Cano, de 21.
Ese combate fue el quinto que realizaba tras un regreso impuesto para conseguir una cuarta corona universal y que lo obligó a bajar 37 kilogramos de peso.
El "Terrible" había dicho adiós al boxeo el 4 de agosto de 2007, luego de caer en decisión ante David Díaz en una pelea en la que aspiraba al título ligero del CMB. Se había mantenido 14 años en el boxeo profesional, peleado con los más grandes de su división, entre ellos Manny Pacquiao y Marco Antonio Barrera, y conquistado los títulos universales supergallo, pluma y superpluma.
Después de su paso por la política, como director del deporte municipal en la administración de Jorge Ramos,
y de muchos kilos encima, regresó al boxeo en marzo de 2007 e hizo una campaña de peleas ante rivales modestos o de bajo perfil hasta conseguir su objetivo.
"Recuerdo que de niño jugaba con mi hermano Pelucho (Diego Morales), nos colocábamos unas toallas y anunciábamos en nuestras esquinas, simulando que combatíamos, a veces me ganaba él, a veces le ganaba yo, era un sueño en el que jugábamos a ser campeones", dijo Morales durante el homenaje.
Esos sueños, agregó el púgil, sólo pueden conseguirse a base de arduo trabajo, esfuerzo y dedicación. "Me llamaron aferrado, terco y loco, y tienen razón, porque sin eso nunca hubiera alcanzado a ser lo que soy".
En su discurso, Morales señaló que el boxeador Julio César Chávez fue una inspiración especial, pues gracias a éste se trazó una meta difícil de cruzar, ganar cuatro cinturones mundiales.
Durante la ceremonia, el púgil estuvo acompañado de sus hijos, su esposa y su padre y entrenador, el ex boxeador José "Olivaritos" Morales. También asistieron funcionarios del gobierno, deportistas amateur y estudiantes de secundaria.
"Es un gusto reconocer a un verdadero triunfador, a un hombre de familia, ejemplo para miles de deportistas, que con su perseverancia, vocación y voluntad ha puesto el nombre de México y de Baja California muy alto", dijo el gobernador.