Aunque miles de personas celebran el anuncio de la reapertura para cruzar la frontera hacia Estados Unidos a inicios de noviembre, otros prevén un panorama caótico.
Es innegable que un fenómeno de aglomeración y de largas filas en las garitas se presentará durante los primeros días de la reapertura y se prolongará hasta fines de este año debido a que ya estamos en temporada de compras para navidad.
El tráfico de horas de espera ya se hace presente actualmente aún sin las restricciones. Personas han tenido que esperar incluso más de 6 horas para ir a Estados Unidos. Este factor en contra se acentuará y empeorará ahora que todos los vacunados puedan ir a la unión americana con fines turísticos o para visitar a sus amigos o familiares.
Si bien es cierto que las comunidades fronterizas, San Ysidro en específico, se beneficiarán con el nuevo flujo peatonal y de vehículos que permitirá reabrir sus comercios y generará una importante derrama económica, la contraparte llega al enterarnos que los puertos de entrada de San Ysidro y Otay no cuentan con el personal suficiente para atender la demanda en la revisión de documentos para agilizar los cruces, es decir faltan elementos de aduanas y de la patrulla fronteriza.
Ellos serían también encargados de manejar qué tantos autos entran al país en determinado tiempo, pues generalmente los jueves y viernes existía un grave congestionamiento en San Ysidro cuando todo mundo podía cruzar. Los comerciantes y habitantes de la zona ahora se han habituado a la tranquilidad y al factor de que no haya tanto tráfico durante el último año. Ese panorama cambiará con el torrente de visitantes a partir de noviembre.
Para controlar el ingreso a Estados Unidos, el CBP podría poner en práctica revisiones aleatorias a vehículos, mandándolos a inspecciones secundarias, lo cual se traducirá en mayor tiempo de espera para los visitantes.
Otro factor preocupante es la aglomeración en los centros comerciales, especialmente en estas fechas de fin de año. Si bien antes todos guardaban su distancia ¿cómo será ahora que haya más gente circulando?
Mientras esta reflexión ronda en nuestras cabezas, una esperanza que se vislumbra en un futuro es la apertura del Cruce Internacional Mesa de Otay II, mismo que ya está en construcción y permitirá añadir 10 carriles más para carros y 10 para camiones de carga, aunque dicho proyecto planea inaugurarse a finales del 2024.
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