Los últimos dos tiempos fueron un par de postres diferentes. El primero era una aterciopelada panna cotta con un sorbete de nectarina. El sorbete era increíblemente refrescante y perfecto para el verano. Mi cuchara se deslizó a través de la panna cotta dejándola casi sin esfuerzo para crear el bocado ideal.
El último platillo de la noche fue una tartaleta de manzana. Una deliciosa corteza cubierta de manzanas y crema inglesa compartía el plato con una cucharada de helado de almendra. Este postre me hizo añorar la fresca briza de los meses de otoño.
La experiencia completa en Laja me inspiró y ya estoy pensando en un viaje de regreso. El paisaje que la rodea, la comida y el vino se unen para crear un momento increíble.
Visita el sitio de Laja Restaurante aquí.
Por: Kristin Díaz de Sandi
lifeandfoodblog@gmail.com
[p]Kristin y Antonio escriben en el Blog Life & Food y puedes seguirlos en Twitter como @lifefoodblog y a través de Facebook.
Traducción: Karen.Balderas@sandiegored.com
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