San Diego.- Líderes sindicales, representantes religiosos, activistas y conserjes del condado de San Diego se organizaron este jueves, 17 de noviembre, para marchar y montar un campamento frente a las oficinas de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de esta ciudad para hacer un llamado al presidente Obama y al resto de la nación.

"No podemos seguir así", reclama Rosa López, trabajadora de limpieza de oficinas con más de 23 años en este país.

"Estamos cansados de estos ataques contra nuestra gente trabajadora", agrega López, quien tiene dos hijos en la universidad y uno más en la marina defendiendo a su país.

De acuerdo a Sandra Díaz, Coordinadora del Sindicato de Limpieza del Condado de San Diego, empresas que emplean a conserjes miembros de los sindicatos recibieron avisos de auditoria por parte de ICE hace un par de semanas.

Estas inspecciones podrían forzar el despido de mas de 1 mil 200 conserjes de San Diego que no cuentan con documentos.

Hilda Escobar, de 42 años y originaria de Guatemala, tiene más de nueve años viviendo en este país. Escobar fue una de las personas que marchó con pancartas que decían: " Somos los que hacemos el trabajo sucio en las oficinas".

"Nosotros limpiamos las oficinas, limpiamos los escusados cada noche para ganarnos el pan de cada día para nuestros hijos", dijo Escobar.

Estas personas aseguran que hacen el trabajo que nadie más quiere hacer y ahora con las amenazas de auditorías el miedo con el que muchos de ellos viven cada día simplemente se hace más presente.

"Tenemos que salir por necesidad", dice Escobar, quien trabaja para mantener a sus cinco hijos. "Tenemos que conducir a nuestro trabajo sin saber si vamos a regresar a ver a nuestros hijos".

Cansados de la incertidumbre y el miedo, el reclamo es para el presidente Obama. "Necesitamos que cumpla lo que prometió un día, que iba a haber una reforma migratoria y no lo ha hecho", dice Escobar.

Con lágrimas en los ojos la guatemalteca le pide al Presidente que se ponga la mano en el corazón y tenga compasión de la gente.

Asegura que vienen a trabajar y no a robarle a nadie.

Hombres, mujeres, gente mayor, familias enteras marcharon con sus hijos en brazos o en carreolas.

Jóvenes como Sandy Naranjo, de 24 años, quien es hija de padres indocumentados y quien ha vivido en carne propia los estragos de las deportaciones cuando su padre fue extraditado hace algunos años.

Naranjo se instaló en una de las tiendas de campaña que prepararon para la ocupación de ICE.

Algunos de ellos están dispuestos a permanecer ahí indefinidamente o hasta que los escuchen. "Estamos aquí para detener la separación de familias", dice Naranjo.

micaela.arroyo@sandiegored.com