A poco más de un mes de su partida llegó a la vida de Pérez su más reciente rescate.

Tras una llamada de preocupación de su hermana Pérez va al rescate de una pequeña labrador color miel de dos meses que habían encontrado en la calle abandonada a su suerte con un defecto genético.

La cachorrita tenía su patita delantera derecha completamente doblada hacia arriba lo que le impedía moverse bien, y tan pequeña e indefensa quien sabe cuál hubiese sido su suerte si "Nina" no la hubiera rescatado.

Pérez realizó la misma rutina de siempre, la llevó al veterinario quien le confirmó que sufría de un mal genético y que era necesario operarla para que disfrutara de una mejor vida.

Por supuesto, la cirugía no sería barata así que a la joven no le quedó más que buscar ayuda pero desafortunadamente no se le abrieron las puertas.

Gracias a su familia y a su determinación por ayudar a "Luna", como bautizaron a la pequeña labrador, le realizaron las cirugías necesarias.

"Las dos sufrimos juntas," recuerda Pérez, puesto que después de una exitosa operación para enderezarle la patita "Luna" recayó debido a los fuertes medicamentos que la llevaron a una severa deshidratación poniendola al borde de la muerte.

Pérez sentía que Luna se le iba, "Estuvo casi el mes, luchando por vivir".

Los muchos cuidados que Luna requería tras sus operaciones exigían que alguien estuviera más al pendiente de ella y "Nina" sabía que con su trabajo y otras responsabilidades ella no podría darle todo el tiempo que necesitaba, así que decidió ponerla en adopción.

Por medio de Facebook, Nina se encargó de buscarle un buen hogar a Luna. Inmediatamente después de subir una foto del cachorro más de veinte personas se mostraron interesadas en el bonito labrador, sin embargo no sabían de su condición ya que la foto no mostraba el "defecto" genético de Luna.

Al ver la respuesta positiva, Nina decidió contar la historia de Luna y puso fotos que mostraran la patita operada del cachorro. A partir de ahí nadie respondió.

"Me dio tristeza, hay gente que no ve más allá de la raza", dijo Pérez.

Pero hubo una joven que se comunicó con Nina un par de veces y que le decía que ella quería a ese pequeño labrador con todo y su "defecto" genético y le aseguró que podría darle todo lo que ella necesitara.

Tras haber gastado más de cinco mil pesos en un cachorro que no permanecería con ella, la joven rescatista llevó a Luna a su nuevo hogar.

El amor de "Nina" por los perros es tal que hoy en día estudia Psicología y Comportamiento Canino con el afán de entenderlos más y tal vez un día no muy lejano desarrollar un curso que se imparta en las escuelas para inculcar en niños y jóvenes el respeto y el amor a los animales.

"Ellos no hacen daño a nadie, ¿por qué hacerles daño a ellos?" afirma Pérez. "Si no te gustan los animales ignóralos, pero no los maltrates".

"A mí no me pagan por hacerlo, ni me dedico a rescatar a perros, simplemente lo hago porque me nace," concluye la joven.

De acuerdo a los encargados de operativos de captura, eutanasia, sacrificio humanitario y antirrábicos en Tijuana hay 250 mil perros callejeros de los cuales mensualmente son sacrificados entre 1 mil 600 a 1 mil 800.

Tijuana es el primer municipio que cuenta con una ley en contra del maltrato a los animales, con la cual se sancionará a toda persona que incurra en cualquier tipo de maltrato.

micaela.arroyo@sandiegored.com