Orlando (Florida), 7 jul (EFE).- La mujer de 25 años acusada en 2008 y luego absuelta de haber matado a su hija fue condenada hoy en Florida a cuatro años de prisión por otros delitos menores, lo que le permitirá salir de prisión dentro de una semana.


Casey Anthony fue declarada el martes no culpable por los delitos más graves que se le imputaban (homicidio sin premeditación agravado de un menor y abuso infantil agravado), lo que desató estupor y críticas entre la opinión pública estadounidense, y descartó la posibilidad de que fuera condenada a muerte.


Sin embargo, el jurado sí la consideró culpable de cuatro delitos menores relacionados con haber mentido en la investigación del caso, por lo que, según decidió hoy el juez Belvin Perry, ha sido condenada a cuatro años de prisión.


Sin embargo, Anthony ya lleva tres años en la cárcel y ha mantenido un buen comportamiento, por lo que la pena impuesta le permitirá salir de prisión el próximo miércoles, 13 de julio.


"Podrá dejar la cárcel en cualquier momento dentro de esas 24 horas", dijo hoy a Efe Angelo Nieves, portavoz de la Comisaría del condado de Orange. "No divulgaremos la hora ni qué salida utilizará para su protección".


Anthony además tendrá que pagar una multa de cuatro mil dólares, mil por cada año de condena, más los costes del tribunal que ascienden a 658 dólares.


La joven tendrá difícil volver a llevar una vida relativamente normal, ya que el caso se ha convertido en un asunto de interés nacional y las vistas judiciales han sido seguidas en directo por millones de estadounidenses.


Anthony escuchó la sentencia con ánimo calmado, sin una expresión clara en su rostro y con el pelo suelto, que le ha crecido hasta la cintura desde octubre 10 del 2008 cuando fue arrestada.


"El jurado fue claro con los cargos más severos, como también lo ha sido con estos cuatro cargos, así que yo dictaré sentencia de acuerdo a esas instrucciones", dijo Perry.


La sentencia de este caso -que en términos de atención mediática ha sido comparado con el de O.J. Simpson y el de Michael Jackson- eran hoy comentados en todo tipo de medios y foros nacionales, donde en general los estadounidenses expresaban su sorpresa por la absolución de Casey por el cargo de homicidio.


En las últimas horas, incluso miembros del jurado han reconocido haber querido declararla culpable, pero haber sido incapaces por falta de pruebas.


"Ha sido declarada no culpable, que no es lo mismo que inocente. El problema es que no había suficientes pruebas", aseguraba hoy un miembro del jurado a medios locales, que advertía del peligro que correrá la vida de Casey cuando salga de prisión.


La defensa asegura que la niña murió ahogada en la piscina de la vivienda familiar, mientras que la Fiscalía defendía que falleció después de que la madre le hicieran inhalar cloroformo y le tapara la nariz y la boca con cinta adhesiva, porque la bebé era "un estorbo para la vida de fiestas que quería tener".


Durante el juicio, el jurado desestimó las declaraciones de la madre de Anthony, quien en una llamada al servicio de emergencia 911 aseguró que el carro de su hija "olía a cadáver".


En la vista de hoy su defensa trató en vano de que las penas de los cuatro delitos se agruparan (lo que hubiera conllevado un solo año de prisión), alegando que las mentiras fueron dichas durante un único interrogatorio policial, el del 16 de julio del 2008.


Ese día, la policía respondió a una llamada a la línea de emergencias realizada por la madre de Anthony, en la que informó de que su nieta, de dos años, llevaba 31 días desaparecida.


Anthony aún tiene pendiente una demanda civil entablada en su contra por la puertorriqueña Zenaida Fernández González, quien asegura que ésta dañó su reputación y la oportunidad de conseguir empleo cuando dijo a la policía que una niñera del mismo nombre había secuestrado a su hija en junio de 2008.