Tras la pandemia de Covid-19, muchas empresas se vieron afectadas a sobremanera debido a la falta de clientes, lo que llevaba al desperdicio y pérdida de productos, sobre todo en restaurantes, si bien, muchos lograron volver a levantarse, otros continúan teniendo dificultades, tal como por lo que está pasando Red Lobster.

Tras anunciar cierre de sus sucursales; Red Lobster se declara en bancarrota

Durante los últimos años, esta famosa cadena de restaurantes de mariscos ha tenido que estar luchando contra costos laborales y de arrendamiento, al igual que promociones, como por ejemplo su famoso ”Todo lo que Puedas Comer de Camarones” que terminó siendo contraproducente, al supuestamente, provocar pérdidas millonarias debido a su popular demanda.

Fueron acciones como estas que llevaron a que la empresa, primero decidiera cerrar alrededor de 48 sucursales en Estados Unidos (incluyendo algunas en California) y justo el domingo 19 de mayo, anunció su bancarrota, acogiéndose al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, esto ya que cuentan con un pasivo estimado entre $1.000 y $10.000 millones de dólares.

La petición de quiebra fue firmada por el consejero delegado Jonathan Tibus, un especialista en reestructuración empresarial que asumió el máximo cargo de Red Lobster en el mes de marzo.

Tanto los cambios de propietarios a lo largo de sus 56 años de historia; por ejemplo, en este 2024, Thai Union Group, uno de los mayores proveedores de marisco del mundo y copropietarios de Red Lobster, anunció querer abandonar la inversión minoritaria que había realizado, su CEO, Thiraphong Chansiri, aseguró que cuestiones como la pandemia de Covid-19, aumento de costos operativos así como “vientos” contra la industria habían afectado a la cadena de restaurantes, generando “contribuciones financieras negativas” a Thai Union y sus accionistas, registrando pérdidas con un valor aproximado de $19 millones de dólares.

Cabe destacar que al realizar una petición de bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, se le permite a las empresas seguir trabajando poniendo una “pausa” a su deuda mientras estas logran reestructurarse, al término de dicho proceso, los acreedores son pagados de acuerdo a los lineamientos que se acordaron en un inicio.

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