Las noticias sobre latinoamericanos que buscan cruzar la frontera hacia Estados Unidos son frecuentes y generan una gran atención, ya que diariamente hay personas arriesgando sus vidas en busca del "sueño americano".
Sin embargo, lo que no es tan conocido es que existe otra versión del "sueño americano", aunque en condiciones distintas. Cada día, un número creciente de estadounidenses, especialmente californianos, optan por abandonar sus hogares, marcados por elevadas rentas, y cruzan la frontera hacia México con el propósito de cambiar su lugar de residencia.
Muchos eligen establecerse en Tijuana para seguir trabajando en los Estados Unidos, pero hay otros, como estadounidenses mayores retirados o a punto de retirarse, que tienen su mirada puesta en un lugar más apartado y adecuado para el retiro: Playas de Rosarito.
Algunos de los beneficios que destacan, y que probablemente sean los más llamativos, son los precios de las viviendas. Tanto alquilar como comprar una casa con vista al mar en Estados Unidos sería mucho más costoso e inasequible que en México.
Gracias a esto, un estadounidense jubilado puede elegir el tipo de hogar que desee: una villa, una casa familiar o un condominio, algo que, sin duda, tendría un precio muy elevado en suelos estadounideses.
Incluso se han realizado investigaciones al respecto. La Dra. Dolores Paris, investigadora del Colef, señala que muchos de estos migrantes no poseen la documentación adecuada, aunque destaca que no se les considera indocumentados en el sentido tradicional, ya que su presencia en México se debe a razones de jubilación.
Por otro lado, según Gustavo Torres, presidente del CCE en Rosarito, de los 150 mil habitantes, alrededor de 17 mil son estadounidenses, con un 60 por ciento viviendo de forma permanente. Este número probablemente siga creciendo, mientras que la rentas se siguen elevando en San Diego y otras zonas de California y Estados Unidos.
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