Luego de haber pasado más de una década en espera del crimen, una mujer fue sentenciada a cadena perpetua por el asesinato de una bebé que estaba por adoptar junto a su pareja, según informó el medio Leicestershire Live.

Pese a que los hechos sucedieron en Londres por allá del 2012, es hasta ahora que existe una sentencia definitiva contra Katie Tidmarsh, quien fue responsable de provocarle la muerte a Rubí Thompson, una pequeña de 1 año de edad, con un golpe en la cabeza.

Fue así que este 10 de noviembre, el Tribunal de la Corona de Leicester declaró culpable a Tidmarsh del homicidio de la menor, el cual sucedió luego de que la pareja fuera aprobada para la adopción, aunque no logró finalizarse previo al asesinato.

La niña, nacida en julio de 2011, había sido entregada en marzo de 2012 a Katie y su esposo, quienes residían en Pickwell Close, Leicester, pero fue en agosto del mismo año que sus vidas dieron un vuelco por la pérdida de la menor.

De acuerdo con las autoridades locales, los paramédicos recibieron una llamada de emergencia de la residencia de Tidmarsh donde mencionaba que su bebé, Ruby, había sufrido una convulsión y no respiraba.

Al ser trasladada a un hospital para recibir atención especializada, médicos detectaron que la niña sufrió también de un daño cerebral catastrófico, así como una fractura en el brazo que tenía al menos 2 semanas de haber ocurrido.

Sin importar los esfuerzos de la institución de salud, Ruby falleció poco después en el hospital y fue entonces que la autopsia reveló que su fallecimiento fue provocado por un impacto contundente en la parte posterior de la cabeza.

Arrestados en 2012 y reanudación de investigación en 2017

Aún cuando la pareja fue arrestada en 2012 y que la Fiscalía de la Corona presentó en diciembre de 2013 pruebas que consideraban un cargo por asesinato, en el año 2014 la instancia tomó la decisión de no presentar cargos y dejarlos en libertad, ya que no podía establecer como sucedió la lesión que llegó a su muerte.

En el año 2017, una vez más se retomó el caso y se inició un proceso judicial por separado contra la pareja, trabajando en la audiencia con especialistas y médicos expertos, así como utilizando informes realizados por especialistas en la materia de salud.

Finalmente, el juez dictó que la mujer había sido la causante de las lesiones que provocarían la muerte de Ruby en 2012, por lo que Tidmarsh terminó por ser arrestada en su domicilio en Littlethorpe, en el mes de julio de 2022 acusada de homicidio contra una menor de edad.

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