El Casino Agua Caliente en Tijuana es un recuerdo invaluable de la década de 1930 en la ciudad. Aunque su estilo arquitectónico fusionaba elementos de Art Decó, Colonial y Neoislámico, su diseñador, Wayne McAllister, reconocido arquitecto de Los Ángeles, es considerado uno de los padres del estilo futurista conocido como Googie, estilo que se hizo popular en todo el mundo una década más tarde y que intentaba mostrar cómo sería la arquitectura del futuro.

Este icónico complejo tijuanense diseñado por McAllister y su esposa cuando sólo tenían 21 años, construido en 1928, albergaba un casino, un hotel y un hipódromo, y fue encargado por inversionistas estadounidenses junto a Abelardo L. Rodríguez, dueño de los terrenos donde se erigió la Compañía Mexicana de Agua Caliente. Durante años, el casino fue un punto de encuentro y diversión para la élite de Hollywood y visitantes de todo el mundo que buscaban entretenimiento en Tijuana.

El Casino Agua Caliente fue testigo de momentos históricos y atrajo a renombradas estrellas de cine como Clark Gable, los Hermanos Marx, Jean Harlow, Jimmy Durante, Bing Crosby, Dolores del Río, Lupe Vélez y Charles Chaplin, entre otros actores representativos de la época. Además, sirvió de escenario para destacadas producciones cinematográficas como "In Caliente" con Dolores del Río y "The Champ".

Aunque el casino compartió el legado de otros notables diseños de McAllister, como el Hotel Rancho Vegas en Las Vegas y el Hotel Desert Inn, el destino del Casino Agua Caliente fue diferente. En 1935, el presidente Lázaro Cárdenas clausuró el establecimiento y, después de intentos fallidos de reabrirlo, los terrenos fueron expropiados y convertidos en un centro educativo.

Con el paso del tiempo, la falta de reconocimiento y aprecio por su valor arquitectónico y cultural llevó al saqueo y la destrucción de gran parte del casino, agravado por una serie de incendios que finalmente culminaron en su demolición. Hoy en día, solo quedan en pie una caldera en forma de minarete y fragmentos de la Fuente del Fauno, mientras algunas ruinas y estructuras aún persisten en las instituciones educativas.

Es curioso señalar que al igual que el casino, el estilo futurista de McAllister perdió relevancia a medida que el futuro no se desarrolló como se había profetizado. El estilo Googie pasó de ser futurista a atemporal, compartiendo un destino similar al del Art Decó de la década de 1930, con muchos de sus ejemplos más destacados siendo destruidos con el paso del tiempo.

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