La trayectoria de Guillermo del Toro se destaca por sus películas en acción real, que conforman la mayor parte de su filmografía; sin embargo, siempre ha sentido una pasión especial por la animación. Ha incursionado como productor en exitosas películas y series animadas como El libro de la Vida, Trollhunters, 3Below: Tales of Arcadia y Magos: Relatos de Arcadia. Además, apoya un programa de becas para animadores mexicanos.
La próxima película animada de Del Toro es una adaptación de The Buried Giant (El gigante enterrado), libro del ganador del premio Nobel Kazuo Ishiguro , que también es producida por Netflix. Durante la master class que ofreció el cineasta en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, reveló su plan a futuro (vía World of Reel):
Hay un par de películas live-action que quiero hacer, pero no muchas. Después de eso, sólo quiero hacer animación. Ese es el plan.
Del Toro también ha sido aplaudido desde el año pasado al declarar que la animación no es un género ni está destinada sólo para el público infantil, sino que se trata de una forma de arte capaz de transmitir emociones tan profundas como el live-action. Hace unos meses el director también declaró que se puso en contacto con Phil Tippett, una leyenda del stop-motion, para proponerle hacer la adaptación del libro de H.P. Lovecraft En Las Montañas de la Locura en un largometraje stop-motion, y aunque no hay noticias al respecto, es emocionante para los fans del cineasta mexicano la posibilidad de que ese proyecto se haga realidad, ya que es uno de los muchos proyectos de Del Toro que se han visto frustrados.
Mientras tanto, puede celebrar que su muy libre adaptación de Pinocho fue un éxito en Netflix y recibió elogios por parte de la crítica y la audiencia, ganando incluso el Óscar a Mejor Película Animada, a pesar de que competía con cintas muy bien reseñadas como Monstruo del mar, El Gato Con Botas 2: El Último Deseo, Red y Marcel the Shell with Shoes On. Pinocho, a diferencia de las demás, fue realizada en el más tradicional stop-motion, una técnica que no suele ser estar ligada a grandes éxitos de taquilla (salvo un par de excepciones), pero que se remonta a los orígenes del cine y tiene una magia inigualable.
Memo comenzó su carrera en el mundo del cine en la década de 1980 como maquillador y coordinador de efectos especiales. En 1993, dirigió su primer largometraje, Cronos, una película de vampiros que le otorgó reconocimiento de la crítica y los fans del terror. Posteriormente, continuó su carrera con El Espinazo del Diablo (2001) y El Laberinto del Fauno (2006), esta última recibiendo numerosos galardones, incluidos tres premios de la Academia.
En 2017 Del Toro logró uno de sus mayores éxitos en la industria con La Forma Del Agua que recibió elogios generalizados y ganó varios premios de la Academia, incluido el premio a Mejor Película y Mejor Director. Su relación con la animación es algo palpable incluso en sus producciones live-action como El Laberinto del Fauno, Hellboy II: El Ejército Dorado y Titanes del Pacífico; en esta última los vimos rendir homenaje a clásicos del anime de mechas como nunca se había visto en el cine.
A lo largo de su carrera, Guillermo del Toro ha demostrado una habilidad excepcional para mezclar la realidad con la fantasía y ha dejado una marca indeleble en el género fantástico, con su enfoque imaginativo y su estética muy particular. Su pasión y compromiso con la narración de historias cautivadoras han convertido a Del Toro en un cineasta visionario y respetado en Hollywood y el mundo entero.
VIDEO RELACIONADO: Pinocho de Guillermo del Toro
Nota publicada originalmente en Tomatazos
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