Hace unos días, se produjo un trágico incidente que ha conmocionado a todos. Clare Nowland, una anciana con demencia de 95 años, salió del asilo en el que se encontraba. La situación escaló rápidamente y unos agentes de policía australianos intervinieron para inmovilizarla.

Todo comenzó cuando Nowland salió de la cocina de su asilo con un cuchillo en mano. Lo que podría haber sido una crisis controlable se convirtió en una tragedia. Los policías que acudieron al llamado se vieron obligados a inmovilizar a la mujer, pero desafortunadamente, en el proceso, Clare cayó y sufrió un impactante golpe en la cabeza.

La situación ha desatado una ola de indignación y ha llevado a una investigación interna en la policía, debido a que se usó un arma de electrochoques para aturdirla. Cabe resaltar que el uso de pistolas aturdidoras, presentadas como una alternativa menos letal, ahora está en el centro del debate. ¿Son realmente más seguras? ¿Se utilizó una fuerza excesiva contra una indefensa anciana de tan solo 1,57 metros de altura y 43 kilogramos de peso?

El subcomisionado de policía, Peter Cotter, se ha negado a opinar sobre el uso de la fuerza en este trágico incidente. Mientras tanto, la sociedad australiana pide respuestas y exige que se tomen medidas para evitar que situaciones similares ocurran en el futuro.

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