Incertidumbre y una serie de condiciones adversas experimentaron los pasajeros del vuelo 512 de Volaris el cual se dirigía a Monterrey despegando desde Tijuana.
Una fuerte tormenta eléctrica que provocó granizo severo fue la que el avión tuvo que atravesar para llegar a su destino.
Durante su trayecto el capitán reportó parabrisas quebrados mediante la comunicación que mantenía con la torre de control.
Fueron instantes de miedo para los que se encontraban a bordo de la aeronave, pues mientras maniobraba, el capitán no brindó instrucciones a los tripulantes, sin embargo, se mantuvo calmado, de acuerdo con unos audios compartidos por la aerolínea en redes sociales.
Al intentar aterrizar en el aeropuerto de Monterrey y no lograrlo por el clima, el vuelo tuvo que ser redirigido hacia Torreón, Coahuila.
Afortunadamente no se reportaron heridos y el avión logró aterrizar.
Conoce el vuelo de Puerto Peñasco - Tijuana
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