La pandemia producida por la expansión del COVID-19 aún no ha llegado a su fin, sin embargo, gradualmente las actividades han regresado a la normalidad y de a poco se ha ido recuperando el ritmo de trabajo.
Durante los primeros meses de la pandemia, el mundo se vio completamente afectado, incluidas las grandes industrias cinematográficas, Hollywood atravesó una de sus épocas de mayor incertidumbre, dado que producir una película conlleva la realización de extensos rodajes, que muchas veces involucran a cientos de personas en espacios reducidos.
De inicio, la promesa era que las medidas de salud durarían unos cuantos meses, pero pronto fue claro que estábamos ante algo mucho más complejo. Las productoras no se podían quedar sin recuperar el dinero invertido, especialmente en cintas que formaban parte de franquicias multimillonarias como Mujer Maravilla o Black Widow, lo que provocó la famosa guerra entre plataformas de streaming. Netflix y Amazon ya estaban más establecidas, por lo que Disney Plus, HBO Max, Paramount+, Apple TV+, Star y otras menos populares, hicieron lo posible para atrapar al público y mantenerlo cautivo con su material exclusivo.
El gran problema era que para lograr cumplir con este plan se debía regresar a filmar proyectos lo más pronto posible, lo que presionó a las productoras para encontrar un método seguro en los sets de filmación. De esta forma se dio inicio a ciertos protocolos para traer cubrebocas todo el tiempo, medir la temperatura, y tener tolerancia cero si alguien se enfermaba para evitar así los contagios masivos. De igual forma, esto implicó la obligación formal del equipo de vacunarse cuando eso por fin fue una posibilidad.
Como no podía ser de otra forma, esto dividió mucho al público y, especialmente, a los que trabajan en la industria. El regaño y los gritos de Tom Cruise en el set de Misión: Imposible – Sentencia Mortal Parte 1 se hicieron virales, tanto como la noticia de que Letitia Wright y Evangeline Lilly eran antivacunas. Otras figuras como Tom Hanks y Sean Penn hablaron abiertamente de que sus colegas tenían una responsabilidad que debían cumplir para salvaguardar Hollywood, pero también salieron otros asegurando que era una presión injusta. Ahora, a tres años de que comenzó todo este dilema, la industria del cine está lista para dejar atrás los protocolos, mismos que fueron perdiendo fuerza poco a poco.
Según Variety, Hollywood suspenderá de manera definitiva los protocolos a partir del próximo 12 de mayo, y deja la opción de que las producciones de cine o televisión que se estén llevando en ese momento pueden mantener los lineamientos por el resto de la duración de la filmación si así se desea. Los empleados seguirán teniendo el derecho a pedir una semana de descanso cuando están contagiados, pero las vacunas dejarán de ser obligatorias. De igual forma, el protocolo básico de revisar a ciertos actores se seguirá sólo si filman escenas íntimas o en las que deban estar muy cerca por mucho tiempo.
El sindicato mandó un comunicado oficial sobre esta decisión:
Durante los últimos tres años, los trabajadores de toda la comunidad del entretenimiento se han beneficiado de nuestras sólidas medidas que superan las prácticas de muchas otras industrias. Con la emergencia de salud pública ahora terminando y el vencimiento del Acuerdo de Seguridad COVID-19, los empleadores individuales siguen siendo responsables de garantizar lugares de trabajo seguros para sus empleados, pero deben buscar un acuerdo por separado con los sindicatos conjuntos correspondientes antes de implementar cualquier protocolo de seguridad COVID.
En los últimos meses, nombres como Woody Harrelson, Tim Robbins y Tilda Swinton han hablado abiertamente de que están cansados de seguir los protocolos y que ya es hora de dejarlos atrás, algo que parece encontrar eco en otros artistas, creadores y productores que esperan volver a la normalidad lo más pronto posible.
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