Con más de 40 mil fallecidos confirmados, el terremoto de magnitud 7.8 que azotó hace poco más de una semana a Turquía y Siria se ha convertido en el peor desastre natural del siglo, y mientras los labores de rescate continúan, también lo hacen el recuento de los daños materiales en la región.

Entre las afectaciones más evidentes provocadas por el sismo se encuentra un enorme abismo de más de 300 metros de largo y 40 metros de profundidad, dejando totalmente en el olvido lo que originalmente era un campo de oliva en Turquía.

Las impactantes imágenes del distrito Altinozu, en el sureste de la nación euroasiática, de lo que parece ser ahora un cañón ya se han viralizado en internet, siendo una de las demostraciones del devastador poder que tuvo el terremoto.

Irfan Aksu, un residente de la zona, describió el terremoto como un "campo de batalla" y solicitó a expertos acudir a la zona lo antes posible para inspeccionar posibles daños futuros, pues en su pueblo radican más de 7 mil personas.

Asimismo, cabe mencionar que el terremoto del lunes pasado ha sido el más mortífero de los 7 terremotos de magnitud 7.0 o mayor que han azotado Turquía en los últimos 25 años, nación que está ubicada a lo largo de los límites de las placas tectónicas, lo que hace que los terremotos sean comunes en la región.

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