Tras 5 años de incertidumbre, el asesino de 2 mujeres que fueron encontradas muertas y con signos de violencia sexual en Los Ángeles, California, finalmente se encuentra tras las rejas.

El arresto se dio gracias a un raspado de saliva que se encontró en una acera de Los Ángeles dejada por el autor del crimen, Geovanni Borjas, quien se declaró culpable el lunes de violar y asesinar a dos mujeres jóvenes.

Se trata de Michelle Lozano, de 17 años de edad, y Bree'Anna Guzmán, de 22, quienes fueron asesinadas con solo algunos meses de diferencia hace más de una década.

De acuerdo con el fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, el criminal de 38 años se declaró culpable de 2 cargos de asesinato en primer grado y violación forzada, así como un cargo de secuestro.

También admitió las alegaciones de circunstancias especiales de asesinato múltiple y asesinato en la comisión de una violación y un secuestro.

Ambas víctimas fueron agredidas sexualmente y se recuperó evidencia de ADN en ambas escenas del crimen, pero no produjo una coincidencia en las bases de datos criminales estatales o nacionales.

Investigadores de LAPD recurrieron a una controvertida técnica de prueba de ADN conocida como prueba de ADN familiar, que les permitió comparar la evidencia de las escenas del crimen con las bases de datos de las fuerzas del orden para identificar a los posibles familiares de la persona que pudo haber cometido el crimen.

Esta investigación resultó en una coincidencia con el padre de Borjas, cuyo ADN estaba archivado por un arresto anterior, lo que llevó a los detectives comenzar a seguir a Borjas, dándoles la oportunidad de obtener su ADN después de que escupiera en una acera.

La muestra coincidió con el ADN que se recolectó de las escenas del crimen y Borjas fue arrestado en mayo de 2017, cabe destacar que pese a que los fiscales originalmente buscaban la pena de muerte en el caso, esta fue eliminada de la mesa luego de la elección de Gascón, quien se opone a la pena capital.

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