El mes de lo “spooky” se encuentra a menos de 12 horas y qué mejor manera de empezarlo que con un icónico lugar en San Diego que quizás no todos conocen, se trata de Whaley House, un hogar lleno de historia y de espíritus, al punto que es llamada “La Casa Más Embrujada de todo América”

Esta casa es la prueba de que San Diego también cuenta con un lado maligno ya que este es el lugar más embrujado de todo América; su historia se remonta a su creación en 1855 ya que antes de que fuera hecha, el terreno comprado por Thomas Whaley fue el sitio en donde sucedió una de las ejecuciones públicas más famosas de la ciudad: el ahorcamiento del ladrón Yankee Jim Robinson.

Años después de que la casa de la familia Whaley, (Thomas, su esposa Anna y sus tres hijos los cuales se mudaron de manera oficial en 1857), fuera construida, sucedió la primer tragedia, la muerte de su hijo de 18 meses llamado Thomas, debido a una infección llamada escarlatina. A los pocos meses de esto, un incendio tuvo lugar en la casa, quemando la tienda general que había sido abierta por la familia a unos meses de mudarse, esto causó que los Whaley se mudaran a San Francisco, pero que volvieran unos años después ahora con cinco hijos. Esta casa fue abandonada después de ser sede de diversas actividades y negocios, Thomas decidió seguir viviendo ahí.

Otra de las tragedias que tuvo este hogar fue el suicidio de Violet, la hija más joven del matrimonio Whaley, después de divociarse de George Bertolacci, fue tal su vergüenza que la joven decidió terminar con su vida dándose un tiro en el pecho en 1885. Con el paso de los años, la casa siguió siendo testigo de la vida y muerte de los Whaley. Visitantes de la casa aseguraban escuchar diversos ruidos, la mayoría de los testimonios lo relacionaban con el fantasma de Yankee Jim Robinson al escuchar pasos fuertes y huellas incorpóreas, además aseguraban escuchar pequeños pasos, risas y llanto de un bebé, el cual podría ser el pequeño Thomas e incluso se ha visto a una joven mujer deambulando en el segundo piso de la casa, justo en la zona donde la joven Violet pasaba gran parte de su tiempo después de divorciarse y antes de suicidarse; también se ha detectado el olor del característico perfume francés de Anna, o bien han visto al señor Whaley parado en lo alto de las escaleras vestido con su levita, abrigo y sombrero de copa.

Si bien nadie ha vivido en la casa desde 1953, los avistamientos han continuado incluyendo neblinas, zonas frías, portazos, encendido y apagado de luces, cristales en la lámpara de la sala de música que se balancean sin previo aviso y un sin fin de actividades que dan entrada a supersticiones de que los espíritus de la familia Whaley siguen deambulando hasta el día de hoy, en donde se realizan diversos tours y los asistentes continúan siendo testigos de estas actividades paranormales, incluso captando en cámara algunos sucesos extraños.

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