Durante la conferencia nacional del día de hoy, 22 de agosto del presente año, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó que el nombre del ex mandatario Enrique Peña Nieto no aparece en el reporte de la Comisión para la Verdad y el acceso a la justicia del caso Ayotzinapa.

Obrador ha dicho que en el reporte de investigación se mencionan diferentes nombres, entre ellos el del ex presidente Peña Nieto, pero que, a diferencia de casos como el de Murillo Karam, no solicita investigación u orden de aprehensión en su contra.

Al ser cuestionado sobre el hecho de que Peña Nieto no haya figurado en ninguna investigación de la 4T, mencionó que de acuerdo a una consulta popular que decidió votar en contra, no se investigaría a ningún ex presidente, por lo tanto, no se han iniciado procesos de investigación en contra de ninguno.

Momento después, recordó que el ex mandatario no intervino en las elecciones del 2018, a diferencia de Fox y Calderón, según supone el presidente.

Sobre las Fuerzas Armadas y su complicidad en el caso de los 43 desaparecidos, Obrador deslindó de responsabilidad a la institución sobre este caso; ha mencionado que los militares responsables no deben manchar a toda la institución y deben pagar únicamente los responsables.

Dos puntos sobre los dos responsables sobre el caso Ayotzinapa. El primero refiere al ex presidente Enrique Peña Nieto. Parece ser que en el ámbito político, Obrador intenta limpiar la imagen de Peña con la captura de Murillo Karam, colocándolo como el responsable a nivel político de la muerte de los 43 estudiantes. Murillo Karam es responsable y se sabe responsable, pero no es el único culpable del hecho; Murillo Karam fue un ejecutor a las órdenes de Peña Nieto, lo cual también lo responsabiliza del caso mencionado.

Por otro lado, el acto de salvaguardar la imagen de las Fuerzas Armadas de México, a pesar de la realidad de las cosas. Basta con pensar en las acciones. Si fueron únicamente "algunos" elementos quienes estuvieron involucrados en el crimen, ¿por qué no actuaron con justicia las mismas autoridades de las FA contra los elementos implicados en ese momento? Han tenido que pasar ocho años para que una investigación solicitase la aprehensión contra aquellos militares, las cuales debieron presentarse desde el momento de los hechos, según la rectitud y honorabilidad de la que presumen las FA. Sin embargo, optaron por el silencio.

Que el presidente proteja a las Fuerzas Armadas no debe parecer extraño para nadie; el primer mandatario constantemente ha beneficiado a la institución, la cual ejerce una labor de escolta y brazo fuerte presidencial, basta con revisar las inversiones y los muchos proyectos nacionales con los que se ha procurado al ejercito.

Los resultados de la investigación continúan a medias, a pesar de los informes oficiales.

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