En una reunión aparentemente de carácter privado, celebrada el ex mandatario Felipe Calderón habló de la situación actual del país sobre el narcotráfico y la violencia.

El problema no son las drogas, menciona el ex mandatario, el tema es que la criminalidad, el crimen organizado, se está apoderando del estado mexicano. Primero se apodera de un policía municipal de un pueblito, luego de toda la policía del municipio; luego de la alcaldía; luego de la gobernatura...se va comiendo trozos del país, de la autoridad.

Calderón menciona que el problema principal no es la producción y el consumo de drogas, agregando que a consecuencia de la demanda no solo de consumidores mexicanos, sino de los consumidores de los Estados Unidos, el negocio de la droga no acabará nunca. El crimen organizado ha ido reemplazando al estado, posicionándose como administrador de gran parte del país. Ahí es donde está su verdadero negocio señala.

Una vez que el crimen organizado se apodera del poder del Estado, menciona, ellos ponen las leyes. Una vez que se apoderan del Estado, se apoderan también de la fuerza pública, recalcando que, ese es el motivo de que la policía municipal carezca de fuerza; esa fuerza pasa a ser del crimen organizado, y ellos son quienes les dan las armas; la policía municipal trabaja para el crimen organizado.

Uno de los ejemplos que utilizó el ex mandatario para ejemplificar este hecho, fue el de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Iguala, en septiembre del 2014, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto. Argumentando que quienes secuestraron a los estudiantes, fueron los mismos policías municipales de Iguala.

La droga, según Calderón, representa uno de los negocios del crimen organizado, pero su verdadero negocio, es la extracción de rentas, o lo que coloquialmente se conoce como "cobrar piso". Ellos no manejan los negocios; ellos cobran rentas.

Frente a la discusión pública, que se ha suscitado alrededor de las constantes muertes de periodistas, la manera en la que se ha exhibido a las Fuerzas Armadas, las declaraciones de los líderes religiosos del país, y los asesinatos que diariamente quedan archivados, agrega que sí es posible sacar al crimen organizado del poder del Estado. Es mentira, que durante el sexenio de Peña Nieto hayan continuado con mi estrategia de Seguridad Pública, Peña Nieto, al viejo estilo del PRI buscó pactar con el crimen organizado, y desviar la vista frente a los delitos, lo cual no produjo resultados positivos; tampoco funciona consentirla - refiriéndose a la Política de Obrador, de "Abrazos, no balazos".

Falta ver la respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, principal detractor de Calderón, a quien culpa de la violencia que vive México, por disponer de las armas para combatir al crimen organizado. Obrador ha estado en el centro de la discusión en diversos medios, incluso desde el gobierno de los Estados Unidos por su anémica respuesta de combate contra al crimen organizado, lo que ha levantado sospechas de haber pactado con grupos del crimen organizado.

VIDEO: Felipe Calderón habla sobre el crimen organizado en México