Casa Madero, la bodega vinícola más antigua de América, anunció su cierre temporal en el municipio de Parras, Coahuila, luego de que un grupo de personas armadas irrumpieron en sus instalaciones debido a un conflicto regional generado por la falta de agua en la zona.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles 25 de mayo, cuando campesinos ingresaron al predio donde se localizan los viñedos, a un costado de la Carretera 102 Paila, Parras, con el propósito de controlar los canales que proveen el agua utilizada para la producción.

En respuesta, la vinícola publicó una carta un día después del evento en donde se queja de la falta de acción del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme y el alcalde de Parras de la Fuente, Fernando Orozco, quienes Fernando Orozco, quienes habían sido previamente advertidos sobre la intención de algunas personas sobre invadir sus instalaciones y no hicieron nada al respecto.

En la carta se menciona que las personas ingresaron violentamente al lugar, apoderándose rápidamente de la infraestructura de riego e incluso que anteriormente otro grupo de personas se presentó en la entrada de las instalaciones, amenazando con invadirlas, añadiendo que pese a que reportaron el hecho al gobierno, sus agentes no respondieron.

Fundada en 1597 en la Hacienda de San Lorenzo, antes de que estallara este problema, Casa Madero se había unido a la Asociación de Aguas de Parras, integrada por ejidatarios y empresarios de la región, con el propósito de buscar formas de solucionar la crisis generada por la escasez de agua y conseguir que todos los usuarios obtengan su correspondiente acceso al recurso disponible.

“Es por ello que llama la atención que la invasión ocurra justo después del anuncio de dichas acciones, que pondrían fin a problemas añejos que las autoridades no han logrado solucionar y que abrieron espacio a la venta de agua a terceras personas, lo que es contrario al convenio vigente de distribución del líquido entre legítimos propietarios”, recalcó Casa Madero.

Finalmente, la empresa solicitó al gobernador y el alcalde que llevarán a cabo las acciones correspondientes en lo que llaman “violación a la propiedad privada”, un atentado contra las empresas que afecta la economía de familias locales y estatales.

Medios locales informaron que la invasión supuestamente fue efectuada por integrantes del Ejido San Lorenzo que se quejaban del “robo” de agua que durante años ha cometido la vinícola, pues afirman que les retenían el vital líquido y les entregaba menos de lo que merecían.

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