Política

Eliseo Mendoza Berrueto: Un Maestro de la Vida (Descanse en Paz)

Descanse en Paz Eliseo Mendoza, a quien le mando un abrazo fraterno, con todo el cariño del mundo, donde quiera que se encuentre: Jaime Martínez Veloz

(El día de hoy me he enterado del fallecimiento del Lic. Eliseo Mendoza Berrueto, con quien la vida me unió y me permitió establecer una relación fraterna y colaborar con él, en varias actividades públicas y sociales. Le agradezco por esta vía, todas sus atenciones y actitudes con las que en vida me distinguió. Publico este texto, que elaboré para un libro, que se publicó en Coahuila, junto a otros textos elaborados por quienes conocimos y tratamos a este brillante, fraterno y generoso coahuilense. Descanse en Paz Eliseo Mendoza, a quien le mando un abrazo fraterno, con todo el cariño del mundo, donde quiera que se encuentre)

Hay personas en la vida de cada uno de nosotros cuya influencia es determinante en la formación y el destino de muchas otras. En mi vida la ascendencia del Lic. Eliseo Mendoza a quien conocí hace cuarenta años, fue determinante

Lo conocí en el año de 1974, siendo subsecretario de la Secretaría de Comercio, aunque sabía de su trayectoria tiempo atrás.

Apoyo a la Biblioteca de la Escuela de Arquitectura

Estando al frente de la Sociedad de Alumnos de la escuela de Arquitectura, un grupo de estudiantes le solicitamos su apoyo, para incorporar a la biblioteca de esta, los primeros libros que conformarían el acervo bibliográfico de nuestro centro de estudios.

Recuerdo que nos entregó una significativa dotación de libros de la Editorial Gustavo Gilly, que, aunque eran un poco caros, era la mejor fuente editorial especializada en arquitectura de aquellos tiempos.

Dentro de este paquete bibliográfico, destacaba el libro de batalla en la escuela titulado: Neufert. “El Arte de proyectar en arquitectura", de la Editorial Gustavo Gilly, junto con otros que requeríamos, sobre todo quienes no teníamos las posibilidades económicas para poder comprarlos.

Esta acción causó una gran simpatía entre las primeras generaciones de la escuela de Arquitectura.

La Política: punto de encuentro con Eliseo

Varios años después en 1985, siendo Eliseo Mendoza Berrueto candidato a diputado federal, por el primer distrito de Coahuila, en una ocasión que me encontré con él, platicamos varios temas sobre la situación en Coahuila, después del Movimiento Universitario surgido por la Universidad Autónoma de Coahuila en 1984 y 1985.

Ganó las elecciones y se convirtió en el Dirigente de la Legislatura de la Cámara de Diputados, en donde logró establecer una relación amable y respetuosa con todas las fuerzas políticas representadas en esa Legislatura, en medio de un México que daba sus primeros pasos a la apertura política.

En 1987 mientras Eliseo Mendoza Berrueto encabezaba la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura del estado de Coahuila, a mí me correspondía competir por la presidencia municipal de Saltillo por parte de las organizaciones de izquierda a través del Partido Socialista de los Trabajadores.

El nivel de movilización que teníamos en Saltillo resultaba significativo, pero en términos de organización electoral nuestra estructura era muy incipiente.

El PRI con Eliseo Mendoza ganó la gubernatura del estado al igual que el candidato del PRI en Saltillo Eleazar Galindo Vara ganó la presidencia municipal de Saltillo.

Como se gestó el Programa Vivamos Mejor

Después del proceso electoral, me reincorporé a los trabajos de organización comunitaria con los que estaba comprometido.

En las colonias Francisco Villa y Universidad Pueblo, ambas pertenecientes a la ciudad de Saltillo, nos habíamos involucrado en la creación de una Cooperativa de Vivienda, que buscaba atender las necesidades de los habitantes de dichas colonias, para construir una morada para sus familias.

La posibilidad de acceder a un crédito para la construcción de una vivienda estaba cifrada, en poder tener acceso a los programas federales mediante el Fondo Nacional de Habitaciones Populares (FONHAPO)

Sin embargo, en aquellos tiempos (1988) la solicitud de un crédito ante esta dependencia federal debería ir acompañada del apoyo del Congreso del Estado.

Razón por la cual solicité audiencia con el gobernador Mendoza Berrueto, para exponerle el proyecto y buscar su apoyo ante el Congreso del Estado, para llevar a cabo nuestro proyecto de vivienda mediante el método de autoconstrucción.

Al gobernador le gustó y entusiasmó nuestro proyecto y nos planteó, como contrapropuesta que elaboráramos una estrategia más amplia, que abarcara más allá de las dos colonias que inicialmente se incluían, con el objetivo de atender a diversas regiones del estado donde se acumulaba el déficit de viviendas, ya fueran nuevas, en malas condiciones o con altos índices de hacinamiento.

Ante el interés despertado por el gobernador Berrueto un grupo de estudiantes y arquitectos nos pusimos a elaborar la propuesta y en la navidad de 1988, la presentamos como nos la había requerido Mendoza Berrueto.

Una vez terminado el proyecto, quienes lo elaboramos hicimos una valoración de lo que habíamos gastado en material y el tiempo que habíamos invertido en el mismo, concluyendo que cobraríamos por nuestro trabajo, algo así como 5 mil pesos de aquellos tiempos.

La invitación para formar parte de su gobierno

Grande fue mi sorpresa, que al terminar de presentarle los pormenores del proyecto que el propio gobernador había denominado “Vivamos Mejor”, me propuso a “bocajarro”, que yo dirigiera el proyecto y me incorporara como funcionario de su gobierno, para implementarlo desde ahí.

La propuesta me dejó mudo no sabía que contestarle; toda mi vida había transitado por diferentes trincheras de la oposición, siempre cuestionando lo que hacía el gobierno y de pronto me hace el gobernador una propuesta, que ni “tantito” por mi mente había pasado.

Además de ello, en el caso particular de Saltillo, mis desencuentros y confrontaciones con la familia López del Bosque; dueños del Grupo Industrial Saltillo, (los ricos del pueblo) habían sido evidentes, notorios y estaban a flor de piel. Dicha familia son quienes controlaban y lo siguen haciendo, segmentos importantes de la política y la economía. Su proclividad al PAN era pública y manifiesta, aunque tiempo atrás usaron también al PRI para incrementar sus inmensas fortunas. Pero como dice mi amigo Rubén “el Púas” Olivares, esa es otra historia.

Lo primero que pude responder a la propuesta retadora del gobernador, fue decirle que su gobierno sería muy criticado por la derecha saltillense, ante mi posible nombramiento como Coordinador del Programa.

En forma amable y tratando de darme confianza me dijo, que de eso él se encargaría y que en todo caso yo hablara con mis amigos de la izquierda, para ver qué era lo que pensaban acerca de dicha propuesta.

“Vas o no vas”

En un momento de esta naturaleza, inesperado lleno de retos, las emociones se te agolpan, pasan por tu mente muchísimos pensamientos, pero tienes que decidir, estás ahí y tienes que tomar una determinación, con todo lo que ello implique, “vas o no vas”, es el dilema en una versión sarapera de Shakespeare.

En medio de ese marasmo pleno de emociones, y reconociendo que la vida transita en medio de una continua toma de decisiones, acepté la propuesta del gobernador. Salí impactado de la reunión, con una gran cantidad de emociones encontradas que fluían por mi mente. Habrá quienes presuman que este tipo de situaciones es fácil de manejar, pero para mí no lo era. Reconozco mis limitaciones y prefiero procesarlas a mi modo

Me reuní con mis amigos con los que había elaborado el proyecto, les platiqué la propuesta y de inmediato sentí como les emocionó la idea. No faltó quien preguntó, si nos iban a pagar el proyecto y en verdad de ese tema ni siquiera me acordé en la plática con el gobernador. Sobra decir que, en ese momento, todos “pendejearon” al preguntón, lo trascendente es que nos invitaban a participar en la estrategia social del Gobierno y había quienes preferían pedir para los “refrescos”. Pero de que los hay, los hay.

El 15 de enero de 1989 el gobernador Mendoza Berrueto, dio a conocer mi nombramiento, como Coordinador del “Programa Vivamos Mejor” que desató una incontable cantidad de reacciones a favor y en contra.

Mi trabajo se centró en establecer las bases estructurales del programa, atender a las comunidades y dejarme guiar por la filosofía popular inventada por mi amigo de la Colonia “Pro-Vivienda”, Alfredo Gámez Moreno, “el Loco”, la cual tiene su fundamento en “no gastar el parque en Chanates”

La estrategia social del gobierno

En el contexto de una aguda crisis financiera nacional al inicio de la puesta en marcha del Programa, las metas eran modestas, pero muy significativas porque hacíamos énfasis no solo en el resultado material de las obras de mejoramiento de vivienda, sino en el recorrido social en el que se imbuían las comunidades, desde la planeación hasta la ejecución y la vigilancia en la aplicación de los recursos, en donde se fortalecía la organización comunitaria.

Las acciones del “Programa Vivamos Mejor” consistían en apoyar proyectos de construcción, mejoramiento o ampliación de viviendas, en donde mediante asambleas la comunidad determinaba las familias que requerían los apoyos con mayor urgencia, de preferencia seleccionaban a las familias con padres de familia de mayor edad y de mayor número de hijos, madres solteras y en ocasiones, también decidían apoyar los matrimonios de jóvenes, que estaban comenzando una vida en pareja.

En paralelo a estas gestiones, el gobierno de Mendoza Berrueto puso en marcha otro programa denominado “Trabajemos Juntos” en donde se apoyaban proyectos comunitarios, escolares, de salud, deportivos y diferentes acciones que demandaban las comunidades del estado ya fueran urbanas o rurales.

Las audiencias públicas

Este tipo de acciones, formaban parte de una práctica diseñada por el gobernador Mendoza Berrueto, quien estableció como acción significativa, la realización de Audiencias Públicas en los 38 municipios de Coahuila.

Esta actividad del gobernador me permitió conocer todo el estado de Coahuila, sus regiones, los distintos modos de pensar y el sincretismo de una Entidad unida a la lucha y al esfuerzo que se relacionaba íntimamente a los anhelos de la Revolución Mexicana.

Las demandas que le planteaban al gobernador eran objeto de un seguimiento meticuloso, a través de una base de datos y de un sistema que permitía saber cuál era el estado de la gestión, que tanto había avanzado, si se tenían posibilidades de resolverla o si la misma carecía de viabilidad técnica, jurídica o social.

La coordinación de esta actividad estaba a cargo de mi amiga Martha Cárdenas, de quien aprendí su capacidad organizativa, disciplinada y metódica.

No es motivo del presente reseñar todas las actividades del gobierno de Mendoza Berrueto, sin embargo, si podemos señalar que las mismas tenían un profundo sentido social, con ejercicios democráticos y un seguimiento profesional y responsable de las demandas ciudadanas.

No existía suficiente ingreso para todo lo solicitado, pero se realizaron acciones importantes gracias a la multiplicación de los recursos, a partir de una intensa y amplia movilización ciudadana, en torno al trabajo de colonos y campesinos en sus propias comunidades.

En cada lugar, por más recóndito que fuera estaba la atención de un gobierno con pocos recursos económicos, pero con determinación y vinculado a las preocupaciones ciudadanas.

Obra social versus obras suntuarias

La definición de Mendoza Berrueto, en el sentido de hacer énfasis en la obra social comunitaria, tenía sus detractores en aquellos que se habían beneficiado en el pasado de los grandes contratos en obras de relumbrón y suntuarias. Las críticas se producían en forma abierta o velada, con el propósito de bloquear la estrategia social del gobierno.

Dada esta situación a fines de 1989, en una reunión de evaluación en la Comarca Lagunera, aproveché para hacer una defensa de la política social del gobierno de Mendoza Berrueto planteando lo siguiente:

En cuatro meses de trabajo en la Comarca Lagunera, el Programa "Vivamos Mejor", ha desarrollado 25 mil 547 acciones de mejoramiento de vivienda
Indudablemente que las cifras son importantes, pero más importante es lo que de ellas podemos derivar, en esta experiencia que nosotros adquirimos, vimos que surgieron algunos errores en el trabajo y solamente quien no cometa errores no puede aprender de ellos; uno de esos errores fue que nosotros supeditamos la demanda social a las presiones políticas debido a que nos faltó una planeación estrategia adecuada para implementar el programa
Se hace necesario que busquemos la forma de organizarnos para saber cómo salir adelante; el pueblo lagunero ha reconocido que tiene capacidad para hacerlo y nosotros sabemos que, aunque hay pocos recursos, estos están destinados a la obra social, a la inversión social
Yo quisiera hacer aquí una defensa de la actitud y la política Social del Gobierno del Gobierno de Eliseo Mendoza Berrueto para privilegiar la inversión de los recursos del Gobierno en clínicas, escuelas, viviendas, porque quienes han venido criticando la realización de este tipo de obras y plantean que no hay grandes obras; yo diría que si ese cúmulo de miles de pequeñas obras que llegan al ejido, a la colonia, a la casa de cada uno de los Coahuilenses constituyen una gran obra, entonces sería conveniente que nos explicaran, cuál es su concepción de la acción del Gobierno. ¿Construir elefantes blancos? Como muchos que hoy están abandonados o llevar a la práctica, políticas como la del General Lázaro Cárdenas que les permitieron a miles de familias en esta Comarca Lagunera encontrar una posibilidad de sustento para sus familias

El Valle del Hundido

Después de este evento en la Laguna nos fuimos al municipio de Cuatrociénegas, a una sesión de Audiencia Pública en la cual se presentaron dos humildes campesinos, con el gobernador para solicitarle algunos apoyos para su comunidad.

Al preguntarles el gobernador de donde provenían, lo campesinos contestaron que venían del “Valle del Hundido”. La cara de los solicitantes expresaba una profunda tristeza, prueba de que en varios días no habían probado alimento o quizá haber comido muy poco.

De inmediato llamó a Galo Medina responsable de los temas del Campo, a Martha Cárdenas y varios de sus colaboradores para conformar un programa de atención en esa zona del desierto de Coahuila.

Después de terminar de atender la agenda de la Audiencia Pública de ese día, me comentó que sentía una enorme impotencia al ver a muchos coahuilenses con tantas necesidades, haciendo alusión a los campesinos del “Valle del Hundido”, de quienes dijo, “expresan en sus caras la fama de su lugar de origen”.

Volvió a llamar a quienes les había encargado la atención del asunto, para que le dieran un puntual seguimiento y le informaran de las acciones que fueran realizando para cumplir con los compromisos contraídos.

La satisfacción de cumplir

La acción era constante y permanente, los mismos nos trasladamos al municipio de Sierra Mojada que colinda con el estado de Chihuahua para acompañarlo en las sesiones de Audiencia Pública, que atendía en la carretera durante la madrugada marchas de Coahuilenses, que demandaban la atención gubernamental.

La tarea no era sencilla, pero la acometíamos con gusto y con la convicción de los gobiernos de estar para servir al pueblo y no para hacer negocios al amparo del gobierno.

Por ello a pesar del trabajo extenuante, nos animaba la idea de transformar, aunque fuera un poco, la injusta realidad en la que vivían y viven miles de Coahuilenses.

Cabe precisar que durante el tiempo que participé en el gobierno de Eliseo Mendoza Berrueto, jamás recibí consigna alguna para apoyar a los miembros del PRI, más bien se nos acusaba de que los resultados de los procedimientos democráticos que aplicábamos terminaban por apoyar a integrantes de los partidos opositores al gobierno. Lo cierto es que eran falsas ambas acusaciones.

El problema radica en que los programas sociales se desarrollan en un contexto, donde las actitudes clientelares, están imbricadas en el ADN de todas las organizaciones partidarias. La planeación democrática, todavía es una aspiración, por desgracia, no tan fácil de alcanzar.

El empate entre la política social del gobierno estatal y el federal

En paralelo a las acciones del gobierno de Coahuila, el gobierno federal de Carlos Salinas de Gortari empezaba a impulsar lo que luego se conocería como el Programa Nacional de Solidaridad.

Una noche de septiembre de 1989, el gobernador Mendoza Berrueto, me presentó en su casa al Ingeniero Carlos Rojas, para que le explicara lo que nos encontrábamos realizando en Coahuila en materia de política social. Sobra decir, que esa noche fue por demás altamente productiva, para el estado de Coahuila.

La perspicacia, el olfato político y la sensibilidad de Carlos Rojas, fueron los mejores aliados para encontrar un fuerte apoyo del Programa Nacional de Solidaridad, para las acciones que llevábamos a cabo en el estado de Coahuila, que luego fueron replicadas en muchos otros lugares de México.

Nuevos rumbos en el horizonte

A principios de 1991, el gobernador Mendoza Berrueto me propuso incorporarme como candidato a diputado del Congreso de Coahuila en la lista plurinominal por lo que, de acuerdo con la Leyes Estatales, tuve que solicitar una licencia al cargo que venía ejerciendo como Coordinador del Programa Vivamos Mejor.

La propuesta tenía el antecedente de mi afiliación al PRI por la invitación hecha por el Lic. Luis Donaldo Colosio, quien después de varias pláticas en el año de 1989 concertamos que me incorporaría a la Corriente Interna del PRI, denominada “Movimiento para el Cambio Democrático”, cuyos objetivos y propósitos eran cercanos, con los que desde siempre había estado involucrado y que dirigía mi amigo Julio Hernández López.

Milité en ese Partido hasta el 2002, donde mi participación y controversias, se han tratado en otros documentos que están al alcance de los lectores, en las páginas de cualquier buscador de Internet. Es decir, ese tema es harina de otro costal.
Etapa en la cual acepté realizar dos proyectos para la Comisión Federal de Electricidad. Uno de ellos consistía en elaborar una propuesta de reacondicionamiento de las viviendas populares de Mexicali, con el propósito de reducir los altos consumos de energía eléctrica que se generan, debido a las condiciones extremosas del clima en ese Municipio y otro para la electrificación de la Colonia “Camino Verde” de Tijuana, uno de las Asentamientos Populares más grandes de la ciudad.

Ambos proyectos se realizaron con el apoyo del Programa de Solidaridad. De esta manera combinaba mi trabajo a las campañas en Coahuila y por el otro contaba con ingresos para mantener a mi familia.

Dichos trabajos en Baja California me permitieron fortalecer la relación que había comenzado en Coahuila con el Ingeniero Carlos Rojas Gutiérrez y Mario Luis Fuentes, responsable operativo del programa “Nueva Laguna”

Al término de la campaña en Coahuila, el Partido Revolucionario Institucional, fortalecido por una buena acción del gobierno, ganó todos los Distritos Electorales del estado, lo que impedía que cualquier candidato registrado en la lista plurinominal, se incorporara como parte del Congreso del Estado.

Una separación difícil

Una vez conocidos los resultados electorales en Coahuila y dado los antecedentes de los trabajos elaborados recibí la propuesta de parte de Carlos Rojas y Mario Luis Fuentes, de responsabilizarme de los trabajos del Programa de Solidaridad de Tijuana, gobernados tanto el estado como el municipio por el Partido Acción Nacional (PAN).

Después de un proceso de reflexión de los pros y contras, tomé la decisión de incorporarme a nuevos retos, que paradójicamente me acercaron más en términos personales al Lic. Eliseo Mendoza Berrueto.

Días después de conocerse los resultados electorales en Coahuila, el gobernador Mendoza Berrueto nos invitó a comer en un pequeño rancho que tiene en el bello Municipio de Arteaga.

Después de la comida le pedí platicar a solas, nos apartamos de los invitados, y le hice saber mi decisión de irme a trabajar en Tijuana, le agradecí todas sus atenciones y apoyos que me había brindado.

Le comenté mis temores e incertidumbres de irme a un lugar que conocía poco, pero que me fascinaba como reto.

Me dijo que él hubiera preferido que me quedara en su Gobierno, pero que apoyaba mi decisión. Su vida política había estado ligada en diferentes momentos a Baja California y entendía de lo que le estaba hablando.

Nos despedimos con un fuerte abrazo lleno de cariño y amistad sincera.

Yo me fui para Tijuana y Mendoza Berrueto se quedó gobernando Coahuila dos años y medio más.

El reencuentro en Tijuana

A principios de 1994, habiendo terminado su periodo como gobernador de Coahuila, de nuevo la vida me reunía con el Lic. Eliseo Mendoza Berrueto. Atraído por su vocación como investigador llegó a Tijuana para laborar en el Colegio de la Frontera Norte.

Encontrarnos de nuevo, me produjo un gusto enorme. Lo anduve acompañando a buscar un lugar donde vivir, encontrando una casa sencilla, cómoda, pero sin lujos. En ocasiones veíamos una película, platicábamos de la política local o de los temas nacionales.

Sin la responsabilidad de estar al frente de un gobierno, las pláticas fluían con mayor profundidad, con más tiempo y ánimo, más relajado para hablar sobre los asuntos que gravitaban en el plano nacional. El Océano Pacífico que baña las costas de las playas de Tijuana, era mudo testigo de nuestras pláticas.

Aprender de lo que sabe, conoce y ha experimentado en carne propia un personaje como Eliseo Mendoza Berrueto, es una experiencia formidable, que no cualquiera tiene la oportunidad de hacerlo.

En ese año me correspondió competir y ganar una diputación federal en Tijuana, la cual, por azahares del destino, me llevó a incorporarme a las tareas de pacificación en Chiapas, situación que me impidió frecuentar y visitar de manera continua al Lic. Eliseo Mendoza Berrueto.

El consejo de la experiencia

En el año de 1998, competí como candidato en un distrito que abarcaba una parte de Tijuana y el municipio de Playas de Rosarito, y lo primero que hice fue solicitar sus consejos que me permitieran enfrentar la contienda, con un programa legislativo, sólido y convincente.

Y que, gracias al trabajo de un grupo colectivo de políticos, promotores, amigos y compañeros de lucha, se ganó ese distrito, en medio de una debacle general del PRI que perdió las presidencias municipales de Tijuana y Rosarito, así como las candidaturas de las diputaciones locales, excepto la nuestra.

Los consejos, la asesoría y el apoyo del Lic. Mendoza Berrueto, constituyeron un baluarte formidable, para el triunfo.

Ya en el Congreso del Estado, nos apoyó asesorándonos para establecer un buen acuerdo con las otras bancadas parlamentarias, para impulsar un proceso de “Dialogo Social para la Construcción de un Nuevo Pacto en Baja California”, en donde el Congreso del Estado sería el convocante y el escenario sería “la sociedad”.

Desgraciadamente el gobernador Héctor Terán Terán, falleció a los dos días de integrarse la LVI Legislatura local y después ya no fue lo mismo, las posibilidades de la construcción de un acuerdo de largo aliento, para construir una nueva arquitectura institucional en Baja California, desapareció.

La vida me llevó varios años después a incorporarme a las tareas de Pacificación en Chiapas, por lo que poco veía al Lic. Eliseo Mendoza Berrueto, aunque de vez en cuando coincidíamos en el Distrito Federal o en Saltillo, no desaprovechábamos momento alguno para platicar de cuanto tema estuviera en el ambiente político nacional o local.

La magia de Tijuana y un nuevo reencuentro

En las elecciones del 2010 en Baja California, siendo Beatriz Paredes Presidenta del CEN del PRI a quien respeto y quiero, me pidió que apoyara al candidato del PRI a la presidencia municipal de Tijuana, un personaje de quien yo no estaba plenamente convencido, sin embargo mayor escozor me causaba que siguiera el PAN en el Gobierno.

Para fortalecer su poder de convencimiento Beatriz Paredes, me comentó que el delegado especial para esa campaña sería el Lic. Eliseo Mendoza Berrueto, a sabiendas de mi relación fraterna con él. La candidata del PRD había renunciado, por lo tanto la disputa solo era entre el PRI y el PAN.

Me reuní con mi viejo amigo y nos pusimos de acuerdo para establecer una serie de compromisos, en favor de la ciudad para que cuando el candidato ganara, los cumpliera.

La estrategia diseñada por Mendoza Berrueto derrotó al aparato electoral panista. Obvio decir, que una vez que obtuvo la victoria, el candidato del PRI ya como presidente municipal se olvidó de los compromisos contraídos, hizo un pésimo papel al frente de la comuna, pero eso no es responsabilidad del Lic. Mendoza Berrueto, sino de un conjunto de variables fuera de su alcance.

Cabe señalar que al margen de la campaña, durante este tiempo nos permitió el reencuentro (Mendoza Berrueto- Martínez Veloz) otra vez en medio de las trincheras, pero sin dejar de poner la mirada en el horizonte y el fortalecimiento de nuestros afectos mutuos.

Esta región fronteriza Binacional entre Tijuana, San Diego y Los Ángeles, es un espacio formidable para la reflexión, construcción y articulación de procesos sociales de todo tipo.

Después de este proceso electoral el Lic. Mendoza Berrueto, se regresó a Coahuila en donde por su experiencia y dominio de la práctica parlamentaria y conocedor de las formas y modos de la política, fue electo en el 2011 como diputado de Coahuila y nombrado Presidente de la Junta de Gobierno de LIX Legislatura del Estado de Coahuila, brindándole sobriedad y espíritu republicano a su labor parlamentaria.

Una reflexión final

He intentado a lo largo de estas líneas hacer una síntesis apretada de mi relación con el Lic. Eliseo Mendoza Berrueto, la cual no es sencilla, dado la enorme cantidad de acciones, emociones, reflexiones y experiencias compartidas.

No llevo la cuenta de cuantas cosas y acciones haya realizado en mi vida para bien o para mal, la mayoría de ellas están impregnadas de lo que conocí y aprendí junto al Lic. Eliseo Mendoza Berrueto.

Él no tiene la culpa de mis errores esos son míos y de nadie más, sin embargo desde siempre en estos 40 años desde que lo conocí, he sabido que puedo contar con su mano amiga y el con la mía.

El agradecimiento y reconocimiento que le tengo como figura pública surge de una relación profunda, donde la vida me ha permitido conocer a un político que dignifica la política y que en estos tiempos no hay muchos.

Pero más allá de la política, conocer y tratar a una persona de la talla de Eliseo Mendoza Berrueto, como padre, amigo, consejero, académico, investigador y sobre todo de una profunda calidad humana, creo que es uno de los mejores regalos de la vida.

Vaya con esto, un fuerte abrazo para Eliseo Mendoza Berrueto, con todo el cariño del mundo.

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