Más del 5% de la población mundial (430 millones de personas) padece de una pérdida de audición y requiere rehabilitación.

En México existen 2.3 millones de personas con algun tipo de discapacidad auditiva; de ellos, el 50% corresponde a adultos mayores de 60 años, 30% son adultos jóvenes de 30 a 59 años, y 2 % a niños.

Las causas del problema son numerosas y provocan, al mismo tiempo, la imposibilidad de que las personas que la padecen puedan comunicarse apropiadamente, lo que conlleva a una exclusión social y a una pobre calidad de vida.

En el marco del Día Internacional de la Audición, que se celebró el pasado 3 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desea concientizar a la población sobre los riesgos de la exposición al ruido.

Para conocer más al respecto entrevistamos a la doctora y audióloga Zamantha Zárate, quien explicó que la pérdida de audición no es un problema exclusivo de adultos mayores, pues también sucede en niños, y los motivos dependen del grupo de edad.

En recién nacidos puede ser desde el embarazo o por factores genéticos, complicaciones alrededor del nacimiento, como ser niños prematuros que estuvieron en cuidados intensivos, con bajo peso o que usaron un medicamento que provocó pérdida de audición. En la población infantil, en edad escolar, lo son las infecciones del oído o de vías respiratorias; en jóvenes y adultos jóvenes es la exposición al ruido, eso es lo más frecuente; en adultos mayores, una enfermedad crónica, hipertensión, problemas de colesterol o problemas laborales con exposición a ruido también.

Destacó que las personas también pueden perder la audición al estar expuestos a agentes químicos y dijo que las profesiones o trabajos con mayor riesgo son los relacionados a la industria maquiladora, la construcción, la carpintería, los músicos, personas que trabajan en bares con niveles altos de música, editores y comunicadores de radio y televisión.

Esta campaña va enfocada en la exposición al ruido que es el tema que más afecta, ya que estamos necesitando más de dispositivos de audio para hacer conferencias, transmisiones a distancia y clases en línea. Entonces el uso de audífonos ha aumentado bastante.

Sobre si es posible recuperar la audición, la doctora Zárate ahondó en que depende de las circunstancias.

Hay enfermedades de oído que pueden ser reversibles donde la pérdida de audición es temporal, hay otras que son regenerativas y que a través de una operación no se pueden tratar, pero sí con la rehabilitación a través del uso de aparatos auditivos. También hay aparatos que son colocados en el oído interno por cirugía. Existen diferentes soluciones dependiendo de las circunstancias.

En este contexto, aprovechó para invitar a la población a que de manera periódica estén revisando su audición, aunque no hayan detectado ninguna molestia.

Para la evaluación el paciente debe acudir a una clínica de audiología o centro de sordera para que tenga una entrevista previa con el médico; posteriormente se revisan las diferentes partes del oído, y una de las pruebas a realizarse es la audiometría donde la persona pasa a una cabina y se coloca unos audífonos para escuchar palabras y sonidos en diferentes decibeles; de ahí se toman medidas y se detectan deficiencias.

En caso de infecciones tratables el paciente puede requerir de medicamentos por un periodo determinado; de lo contrario se opta por la cirugía o el uso de aparatos auditivos.

Con relación a esto último, la audióloga Zamantha Zárate mencionó que el uso de aparatos es muy personalizado, es decir no todos pueden usar el mismo tipo de dispositivo ya que está adaptado a las necesidades de cada oído, además eso conlleva un proceso de seguimiento pues el cerebro tarda un tiempo en adaptarse a escuchar un volumen normal otra vez.

Por otro lado, no todas las personas tienen acceso a poder adquirir un aparato auditivo, pues generalmente son costosos y los servicios médicos públicos y muchas aseguradoras incluyen la consulta, pero el tratamiento no.

La mayor limitación es el aspecto económico ya que el acceso a este tipo de tratamientos con aparatos auditivos a veces no está al alcance de muchas personas. Varían mucho los costos, depende de las marcas, las tecnologías, la calidad del sonido, si son de pilas o recargables, conectividad con diferentes dispositivos, pero en promedio hablamos de 30 mil a 50 mil pesos por oído.

Sobre si en Tijuana existen instituciones u organizaciones que apoyen gratuitamente a las personas que no tienen acceso a los aparatos auditivos, dijo:

En DIF hay apoyo para pacientes de bajos recursos, ahí pueden buscar atención. Otras organizaciones ofrecen apoyos con donaciones de aparatos auditivos.

Para la doctora es importante generar empatía en la población de que existen otros sistemas de comunicación, no solamente el oral, pues hay personas que no tienen la posibilidad de recuperar la audición y, en esos casos, el método a utilizar es lenguaje de señas, por lo que destacó la importancia de que las escuelas de educación básica tengan maestros o gente que esté capacitada para asistir e integrar a esos niños.

A su vez, hizo énfasis en concientizar sobre la salud auditiva en los recién nacidos e invitó a los padres de familia a realizarle un tamiz auditivo a los bebés.

Muchos médicos no tienen conocimiento de que existe un estudio para la audición. Si no se hace a tiempo tiene consecuencias para el desarrollo del lenguaje del niño, para temas de aprendizaje y para integrarse a la sociedad. Es importante que los padres de los recién nacidos acudan a un audiólogo para realizarle al bebé una evaluación auditiva.

Finalmente, la audióloga exhortó a la población a ser responsables con el uso del ruido recreativo.

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