Un rotundo cambio en el estilo de vida para su beneficio tendrán los empleados de Bélgica pues este martes el gobierno de dicho país acordó que tendrán una semana laboral de 4 días y descansarán 3.

Con esto se busca mejorar las relaciones familiares de las personas que trabajan, dándoles más libertad y reduciendo el estrés que se ha convertido en un problema de salud pública.

La información fue compartida en una rueda de prensa por el primer ministro belga, Alexander De Croo.

Cabe destacar que esto no implica la reducción de las horas de trabajo, sino que los empleados deberán trabajar 1 o 2 horas extras al día para compensar sus labores y gozar de un día adicional de descanso.

No obstante, los sindicatos y algunas empresas se han opuesto a introducir esta nueva medida pues podría afectar sus operaciones. En este contexto, ellos tienen la última palabra, aún así los empleados podrán solicitar trabajar bajo este esquema y si sus jefes se niegan, deberán exponer sus razones.

La propuesta también considera la desconexión digital (no estar al pendiente ni contestar correos y whatsapps) y la flexibilidad de trabajar más horas durante una semana para liberar la siguiente.

Esta reforma, pactada entre socialistas y liberales, beneficia especialmente las condiciones de las personas que trabajan a distancia, en plataformas digitales y por objetivos, a la vez que refuerza la formación individual de las personas.

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Con información de El Economista