Diferentes compañías de la industria cárnica en la actualidad están siendo señaladas por activistas sociales y organizaciones defensoras de los animales, por sus terribles métodos de producción.

Uno de los platillos de los que se conoce poco al respecto pero que es considerado un verdadero “lujo” consumirlo es el foie gras, conocido como “hígado graso”.

En promedio 500,000 platos morirán este año solo en Estados Unidos, mientras las grandes empresas se seguirán beneficiando de su sufrimiento.

El foie gras se produce alimentando a la fuerza a patos y gansos hasta que sus hígados crecen hasta 10 veces su tamaño normal. Se considera un elemento de menú extravagante para algunos, pero la realidad es que los patos y ocas utilizados en la elaboración del foie gras son objeto de abusos extremos.

¿Te imaginas a un animal siendo alimentado a la fuerza a través de un tubo de metal de 10 a 12 pulgadas varias veces al día?

Cuando Animal Equality expuso por primera vez la industria del foie gras hace 10 años a través de investigaciones en algunas de las instalaciones de producción más grandes de Francia y España, lo que encontraron los horrorizó.

Los datos revelaron que las aves sufrían lesiones, insuficiencia orgánica y neumonía. Los patos quedaron con el pico roto y desgarrado y se les negó atención veterinaria. Las aves que no pudieron soportar las condiciones finalmente perecieron en sus jaulas y los trabajadores se olvidaron de ellas.

Desde el comienzo de sus investigaciones hace una década, Animal Equality ha visto avances en la prohibición del foie gras y el aumento de la conciencia de los consumidores a nivel mundial. Y gracias a su equipo defensores profesionales que trabajan en estrecha colaboración con los legisladores, países como India han prohibido su venta por completo.

Aunque deberían estar orgullosos de estos éxitos, todavía queda un largo camino por recorrer.

En el Reino Unido, se está solicitando al gobierno una prohibición definitiva de la importación de foie gras. Hasta el momento han obtenido 250,000 firmas de ciudadanos que piden acabar con ella. También ha habido una disminución en los restaurantes que sirven el plato.

Después de una exitosa campaña de dos años de Animal Equality, una de las tiendas más grandes de Italia, COOP, puso fin a la venta de foie gras.

Las peticiones de la organización defensora revelan que gran parte del público comparte su postura sobre el impacto negativo y la crueldad del foie gras, y continuarán abogando por un mayor progreso en todo el mundo.

Porque el foie gras no solo viola los estándares de bienestar animal, sino que también representa un riesgo para la salud pública y es extremadamente dañino para nuestro medio ambiente.

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