La sequía en California sigue siendo una realidad y debido a esto, autoridades han decidido tomar regulaciones de emergencia en donde se busca evitar que el precioso líquido se desperdicie ya sea de manera intencional, por desbordamiento o por negligencia.

Dentro de las regularizaciones se prohíbe acciones como lavar calles, áreas de construcción, entradas de vehículos, aceras, edificios, estacionamientos, patios o cualquier superficie dura, excepto en situaciones donde la seguridad o salud se encuentre en riesgo.

Otras de las situaciones prohibidas es utilizar el agua potable en paisajes o espacios al aire libre de manera negligente o que el agua llegue a una propiedad adyacente o pasillo público y privado. También utilizar una manguera para lavar un motor de auto y que esta no cuente con un regulador que cierre el flujo de agua de manera automática si no se esta utilizando.

Quienes no acaten a estas medidas de regularización de emergencia podrían enfrentarse a una multa de hasta $500 dólares por cada día que no se cumpla dicho mandato, estas multas son acumulables y no se podrán reemplazar o limitar con algún tipo de recurso penal o civil.

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