Boston, Massachussets, ha decidido cancelar sus festejos de Año Nuevo luego de que la variante Ómicron del covid-19 se ha convirtiera en la versión predominante en el país.

Lo mismo se repite en otras ciudades de Estados Unidos como Los Ángeles, California y Rhode Island, que no solo han cancelado los festejos presenciales, sino que han impuesto nuevamente restricciones siguiendo el mandato del uso de mascarilla lo cual refleja el temor de contagios pues la semana pasada los funcionarios federales alertaron que la variante Ómicron se detectó en el 73% de las nuevas infecciones.

En Nueva York, dicha variante es responsable del 90% de las nuevas infecciones y los científicos aseguran que se propaga con mayor facilidad, es decir más rápido que la Delta. De momento se sigue estudiando si esta enfermedad es más grave o no. Aunque cierta información preliminar sugiere que es menos agresiva, el sistema de salud no quiere abrumarse más pues los hospitales ya están saturados durante esta temporada invernal que comienza.

En Boston, la nueva alcaldesa de la ciudad, Michelle Wu dijo que cualquier persona que entre a un restaurante, bar o negocio, deberá presentar un comprobante de vacunación a partir de enero del 2022. Por su parte, los empleados municipales están obligados a vacunarse.

En el caso de Québec, Canadá, los eventos deportivos presenciales han sido prohibidos y se han cerrado gimnasios y escuelas ante la amenaza de la nueva variante.

Francia, Irlanda y Grecia también han tomado sus precauciones imponiendo toques de queda en bares y prohibiendo los eventos en vivo.

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Con información de Telemundo