Luego de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmara un decreto que hace obligatoria la vacunación contra el Covid-19 de todos los cuerpos militares del país, los altos mandos del Ejército, la Marina y otros servicios han comenzado a aplicar acciones disciplinarias a aquellos que no acaten la orden, incluyendo la remoción definitiva de cargos.

Los oficiales comentan que hay alrededor de 30 mil militares que no se han vacunados y que están en riesgo de perder sus trabajos. Pero varios miles de ellos han obtenido exenciones médicas o administrativas temporales o permanentes aprobadas.

La Marina ya ha despedido a 103 marinos hasta el momento que se han rehusado a aplicarse la vacuna, mientras que el Ejército ha reprendido a más de 2,700 elementos y comenzará a remover cargos en enero. Por su parte, la Fuerza Aérea ha despedido a 27 miembros.

Más de 12,000 han solicitado exenciones religiosas. Y alrededor de 4,800 soldados del Ejército y aviadores de la Fuerza Aérea se han negado rotundamente a la vacuna, sin buscar una exención.

El portavoz jefe del Pentágono, John Kirby, dijo el jueves que la principal preocupación del secretario de Defensa Lloyd Austin es vacunar a la mayor cantidad posible de miembros del servicio.

“Lo que les diría a estas personas si tuviera la oportunidad de hablar con ellas directamente es que se vacunen, si son médicamente elegibles”, dijo Kirby. "Reciba la vacuna porque es la mejor manera de protegerse a sí mismos y a sus unidades. Esa es la preocupación de la preparación: obtener la tasa de vacunación lo más cercana posible al 100%".

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Con información de NBC San Diego