La semana pasada, Estados Unidos publicó una serie de restricciones para permitir la entrada de extranjeros a su territorio durante la pandemia de covid-19, las cuales entrarán en vigor en el mes de noviembre. Una de las más destacadas fue la prohibición de viaje a la nación americana para personas inmunizadas con Sputnik V.

Esto se debe a que el país estadounidense solamente permitirá aquellas fórmula anti-covid que hayan sido autorizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cuales hasta este momento son las correspondientes a las empresas Pfizer/BioNTech, AstraZeneca, Johnson & Johnson, Moderna, Sinopharm y SinoVac.

Marcas como Novavax, Abdala, Soberana y Sputnik V no han sido aprobadas por la autoridad mundial de salud, por lo que el gobierno estadounidense no las considera actualmente.

Hasta hoy, en México se han aplicado más de 900 mil dosis, siendo 100 mil pacientes los que cuentan ya con su esquema de protección completado.

Procesos de entrega muy lentos y una aceptación realmente baja a nivel mundial, han causado que la inmunización rusa no llegue al alcance deseado y se quede solamente como el intento fallido de ser una “fuerte arma diplomática” para su país de origen.

Aunque Rusia sea el afectado directo por esta medida, se lleva con ella también a las miles de personas que recibieron este biológico anti-covid en todo el mundo. Asimismo, la nación reiteró que su dosis ha demostrado ya su efectividad y seguridad en ensayos clínicos.

En la actualidad, la OMS mantiene su programa para la aprobación de las vacunas contra covid-19 en pausa, sin embargo, las autoridades rusas confían en que el organismo pueda otorgarles su autorización próximamente.

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