El 26 de julio de 2019 inició la construcción de la refinería Dos Bocas de la compañía Pemex, la cual se esperaba que comenzara a funcionar en 2022, sin embargo, debido a retrasos podría empezar a operar en 2023 o incluso en 2024.

A finales de mayo, el gobierno de López Obrador compró la refinería Deer Park a Shell en Texas, costando casi 600 millones de dólares; lo cual algunos opinaron como una mala decisión, puesto que actualmente vivimos en una época centrada en energías renovables y México está apostando por una energía que cada vez queda más en el pasado.

A pesar de que van dos años de que comenzó la construcción de Dos Bocas con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se acaba de descubrir la área donde se está construyendo, la cual en 2007 Pemex se había comprometido a proteger dicha área rodeada de un bosque de manglares poco común, esto a cambio del derecho de perforar cerca de este lugar.

Los documentos respecto a este acuerdo, revelan que Semarnat otorgó en 2006 y 2007 a Pemex un permiso para desarrollar reservorios de petróleo y gas durante 20 años con la condición de que no construyera nada nuevo en áreas cercanas que contienen flora y fauna raras. El área albergaba cuatro tipos de manglares, un árbol costero que absorbe más carbono que la mayoría de los árboles y protege contra las inundaciones, así como 23 especies de animales protegidos.

Las coordenadas de mapas satelitales del área que figuran en los documentos y verificadas para Bloomberg por Planet Labs, un proveedor de servicios de imágenes satelitales con sede en San Francisco, confirman el incumplimiento de Pemex: la refinería se encuentra dentro del área protegida.

En un inicio, se estimó que Dos Bocas supondría una inversión de 8 billones de dólares, no obstante, las últimas proyecciones sugieren que el costo será de más de 10 billones de dólares.

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