El espacio es una de las mayores incógnitas, por ello los humanos tanto se han esforzado por develar sus misterios. No han sido muchos los seres vivos que han podido viajar al espacio, sin embargo ha habido muchos animales que lo han logrado, tal como la perra ‘Laika’, que fue ocupó el lugar número uno en orbitar la Tierra y ‘Félicette’, quien fue la primera gata en viajar al espacio y regresar completamente sana y salva.

Y es que, la historia de los viajes espaciales por lo general se centra en los realizados a seres humanos, debido a que en realidad hasta hace un tiempo no eran tan usuales y fue posible concretarlos, por lo que nombres como Yuri Gagarin o Neil Armstrong son los primeros en sonar.

Asimismo, otros nombres mundialmente famosos, pero de animales, son ‘Laika’, por ser el primer ser vivo en salir de nuestro planeta en 1957, así como el chimpancé ‘Ham’, por ser el primero en su especie en realizar la misma acción, motivo por el que tienen su propia estatua.

De París al espacio

No obstante, otro pequeño animal logró salir de las calles de París, Francia, para viajar al espacio y allanar el camino para que los humanos lo hicieran también, pues ‘Félicette’ era una gata callejera cuando fue encontrada por un vendedor de mascotas y posteriormente adquirida por el gobierno de dicho país.

Fue el 18 de octubre de 1963 que la felina despegaba de la base francesa de Colomb-Béchar, en el Sáhara argelino, en el cochete Véronique AG1, en el que sobrevoló la superficie terrestre a 157 kilómetros de altura, y de forma breve experimentó la ingravidez, es decir, se mantuvo sin los efectos de la gravedad por algún momento.

La nave espacial también se elevó hasta seis veces la velocidad del sonido, la expuso a 9.5 G de fuerza, y alrededor de 15 minutos después, regresó a la Tierra de forma segura, en paracaídas dentro su cápsula.

Seleccionada entre 14 gatos

Es de destacar que fue una de los 14 gatos seleccionados por el programa espacial de Francia, por su carácter tranquilo y debido a que los demás tenían sobrepeso, para así someterse a un entrenamiento de vuelo.

El entrenamiento de ‘Félicette’, la primera gata en viajar al espacio, involucró el mismo tipo de centrifugadora en el que los astronautas se preparan previamente, además, llevaba electrodos implantado en su cerebro para medir y controlar su actividad nerológica.

Nota publicada originalmente en MVS Noticias.

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