El Coronavirus cambió nuestras vidas para siempre, afectó nuestras rutinas, metas que teníamos u objetivos a alcanzar, los trabajos, los hogares y sobre todo la manera en que nos relacionamos; algo tan simple como un apretón de manos o un abrazo, ahora es reprobado socialmente.

Tuvimos que confinarnos en nuestros hogares en pro de nuestra salud y la de otros. Esto conllevó muchas cosas, algunos descubrieron nuevos hobbies, otros se aburrieron por el encierro, a muchos les dio depresión o ansiedad, pero algo que pasó mucho en los hogares mexicanos fueron los embarazos.

En estados como Guanajuato, atienden alrededor de 44 mil nacimientos en sus hospitales públicos, esto representa casi el 45% de los partos totales en todo el estado. Además la Secretaría de Salud estimó que entre el año pasado y 2021 habrá más 145 mil embarazos no deseados, de los cuales 21 mil serán de adolescentes. La Secretaría explica que esto se debe al mal uso o nulo uso de los métodos anticonceptivos, que durante esta pandemia han estado presentes con mayor frecuencia, así como los obstáculos para poder acceder a los métodos anticonceptivos.

Nadine Gasman, titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), señaló en el 2020, que cada día 32 niñas de entre 10 y 14 años se embarazan, siendo víctimas de abuso sexual. Aunque lamentablemente, esto ya sea “común” en el país, durante la pandemia estas cifras sufrieron un incremento.

El Censo del 2020 hecho por la INEGI, el año pasado registró una población de 126 014 024 habitantes en el territorio mexicano, en el 2019 eran alrededor de 125 millones de personas y este 2021 se estiman alrededor de 130 millones. Chiapas es el estado con mayor natalidad, por otro lado, también es el estado con mayor índice de pobreza, podríamos hacer una correlación entre el estatus socioeconómico y los embarazos, infiriendo que quienes tienen menos recursos, por esta misma razón les es difícil obtener los métodos anticonceptivos necesarios o poder tener una educación sexual.

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