El Patriarca Universal rompió el confinamiento de un año con la visita al país de Irak; arribó al aeropuerto de Bagdad por la tarde del viernes. En la pista, lo esperaban el primer ministro Mustafa al-Kadhim.

A lo largo de su trayecto por las calles de la capital, cientos de iraquíes yacían en las orillas de la vía observando la escolta donde viajaba la cabeza de la iglesia.

Se calcula que alrededor de 10 mil personas formarán parte de la seguridad del sacerdote, no sólo por cuestiones de seguridad, sino además por el alto índice de contagios de coronavirus en el país.

El objetivo de este 33° Viaje Apostólico Internacional, es la súplica hacia los cristianos para que se queden en Irak, puesto que la comunidad cristiana en el territorio ha disminuido un 83% en los últimos 16 años, esto a consecuencia de la violencia ejercida por el Estado Islámico.

La visita del Papa Francisco durará 3 días, se destaca el encuentro del día sábado con el ayatolá Ali al-Sistani, una figura política muy influyente en la República de Irak.

Fuad Hussein, ministro iraquí de Exteriores, mencionó que los iraquíes esperaban ansiosos el “mensaje de paz y tolerancia” del Papa Francisco, asimismo, señaló que su visita es un encuentro histórico entre el “minarete y las campanas”, indica El Financiero.

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