A estas alturas ya todos los ciudadanos de Baja California están enterados de la enemistad que se profesan el Alcalde de Tijuana, Arturo González y el gobierno del Estado. Esto ha traído algunos problemas para grupos cercanos a los involucrados.

Un ejemplo claro es lo que sucede con el Club Campestre de Tijuana, que desde que el actual alcalde del municipio le perdonó casi un millón de pesos de predial ha estado en la mira de varios ciudadanos, así mismo por los problemas que el Club ha presentado con el adeudo del agua.

Por lo anterior es que se habla de que el Club Campestre no tiene ninguna función positiva para la sociedad tijuanense y de que sería mejor convertirlo en un parque público o en un bosque, según informó el Gobierno del Estado en una de las conferencias de las mañanas.

Ante esto, los propietarios y nuevo Consejo de dicha institución privada (que consta de más de 800 socios) sopesan la posibilidad de expulsar al alcalde y antiguo presidente del Club, y añadieron que éste ya “no tiene ni voz ni voto” en ese grupo. Esto ya ha sucedido antes, pues el ex alcalde Juan Manuel Gastélum Buenrostro y su familia fueron echados por el Consejo pasado.

Ahora los nuevos miembros del consejo removieron a los aliados de González Cruz: Oscar Arce, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Arturo Pérez Behr. Según se informó de los 800 integrantes, 500 votaron para el nombramiento cuatro nuevos consejeros.

De la misma manera, los socios afirmaron que esta nueva dirección, logrará liberar el control que tenía González Cruz sobre la organización y añadieron que su actual presidente, Gastón Toledo, se mantendrá alejado de instrucciones procedentes del presidente municipal.

Amador Rodriguez Lozano: Sobre el Club Campestre de Tijuana