La controversia que ha causado el descubrimiento de una nueva variante en el virus del Covid-19, dio inicio a una serie de medidas preventivas que muchos países implementaron con el único fin de frenar la expansión de dicha mutación, sobre todos los cercanos a Reino Unido (RU), nación donde originalmente se detectó la nueva cepa.

México ha sido de los pocos países que han decidido dejar fronteras abiertas con la región británica, puesto que mientras España, Canadá e incluso Perú han puesto en pausa cualquier viaje ya sea comercial o de placer, que tenga como destino o sea proveniente de Reino Unido, el gobierno mexicano se ha mantenido firme en su decisión y continúa sus interacciones con la nación como normalmente lo han hecho.

Sin embargo, mientras que en países como Francia, donde la prohibición de contacto con RU ha estado vigente desde principios del mes, ya se ha detectado un caso del nuevo coronavirus, México se mantiene en ceros, esto según información de la Secretaría de Salud.

Aun cuando el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) ha identificado varias mutaciones al virus del covid-19 en investigaciones previas que se han hecho para saber más sobre la enfermedad, la nueva cepa originada en el continente europeo que presume de tener un nivel infeccioso mucho mayor que la tradicional y propagarse de una manera más rápida no se ha detectado en territorio mexicano.

Ruy López Ridaura, director General del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, informó que acatando la recomendación de la Organización Panamericana de Salud (OPS), fue que se decidió no cerrar fronteras con Reino Unido, puesto que no se consideró necesario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que aún no es posible definir con claridad si esta nueva variación del virus podría afectar la efectividad de las vacunas y que por ahora no hay prueba alguna de que su mortalidad sea mayor que el coronavirus común.

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