Desde que inició la pandemia de coronavirus, el sueño de muchos ha sido buscar un lugar en donde el Covid-19 no exista y mudarse a éste con toda su familia. No obstante, la mayoría de estos lugares se caracterizan por no permitir la entrada a extranjeros y de hacerlo, ponérselos muy difícil.
El ejemplo de esto es Nueva Zelanda que desde que inició la pandemia se han contado mil 744 contagios y tan sólo 25 defunciones. Y es que debido a sus condiciones geográficas y una admirable administración de la primera ministra Jacinta Ardern han podido salir adelante en estos tiempos en los que una nueva cepa amenaza al mundo.
¿Qué fue lo que hicieron para que reducir los contagios? No fue fácil, pero Ardern confinó Nueva Zelanda cuando tan sólo se contaban 50 casos en el país. Su confinamiento no fue para nada como el de México que continuó (y continúa) recibiendo vuelos internacionales, incluso ahora que hay una nueva cepa del virus y que los hospitales están llenos. Nueva Zelanda con pocos casos cerró todas sus fronteras.
Además, el confinamiento domiciliario para todos, un verdadero cierre de comercios no esenciales y el cierre de fronteras, lo anterior combinado con ser una isla y tener poca población ayudó a controlar el coronavirus. Incluso las islas neozelandesas Islas Cook no experimentaron jamás un positivo a coronavirus.
Gracias a esto Nueva Zelanda podrá experimentar una Navidad que todo el mundo seguro envidiará ya que hasta hasta el momento no se han anunciado medidas más que las básicas, cuando la mayoría de los países enfrentan un toque de queda y riesgo a infecciones.
Border News: Tercera semana de diciembre
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