Sabemos que el pavo, el relleno, el puré de papas y el elote son parte de las delicias culinarias que muchos estamos ansiosos por probar en "Thanksgiving", pero nada de eso tendría mucho sentido sin un emblemático postre al final para cerrar la cena familiar con broche de oro.

Uno de ellos es el tradicional Pie de Calabaza, hecho por supuesto con la calabaza naranja de Halloween, que también honra al fin de la temporada de las cosechas. Siendo el platillo estrella del festejo, su preparación es primordial. La cremosidad de su puré, la nuez molida, la canela y el jengibre son los ingredientes que no pueden faltar. No hay que olvidar que la masa de la corteza es importante y la crema batida para decorar al final. Una variante es el Flan de Calabaza, el cual incluye huevos y leche condensada en su mezcla para añadir ese toque especial y fungir como una fusión entre lo latino y lo anglosajón.

Otro clásico es el Pie Crujiente de Manzana. Ver como se infla en el horno es un deleite para las pupilas y su aroma de canela y manzanas dulces evoca un aire cálido y familiar. Teniendo la cercanía de Julian, muchas personas prefieren viajar kilómetros para comprar en dicho pueblo este postre de sabor inigualable. La manera en la que está hecha la masa y la caja donde lo sirven, sin dudas será una sorpresa para quien lo lleve a la cena. El toque final lo proporciona una bola de helado de vainilla, y cuidado, porque dada la exclusividad del pie y los numerosos miembros de la familia, no se vale repetir.

Finalmente tenemos al Pudín de Chocolate, un postre rápido, práctico y para gusto de todos. Su preparación involucra fécula de maíz, agua fría, fructuosa, claras de huevo, leche evaporada y 1 mezcla para pudín de chocolate, fácilmente adquirible en un supermercado. Su porciones individuales y la capacidad de prepararlo en grandes cantidades hará que nadie pueda resistirse a su encanto.

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