Tras el fallecimiento de su esposo en 2001, Evangelina Zacarias, originaria de Mexicali, Baja California, decidió tomar un camino alternativo en su vida gracias al apoyo de su familia y sus inquietudes por continuar estudiando, por lo que a sus 48 años empezó este camino de conocimiento ingresando a la preparatoria abierta en la capital del estado.
“Cuando falleció mi esposo, ese mismo día del velorio mi hijo mayor me dijo: madre sé fuerte, vamos a estar contigo y haz lo que quieras hacer con tu vida. Vale más que te arrepientas de lo que hiciste que de lo que no hiciste; me dijo. Fue así que hice la prepa abierta, y es difícil que alguien la termine y yo tenía conocidos que me decían: no para que pierda su tiempo si no la va a terminar. Y yo cuando me dicen una cosa así como que me aferro más y agreden mi ego, y dije, pues sí yo sí puedo”, expresó Evangelina en entrevista para San Diego Red.
Además de comentarios poco alentadores, pero siempre con una actitud positiva, en 2008 Evangelina fue detectada con cáncer de mama, perdiendo uno de sus pechos en 2009. Sin embargo, sus intereses no cambiaron por lo que en julio de ese mismo año concluyó la preparatoria; iniciando en 2010 la Licenciatura en Psicología, siendo su primer título obtenido por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
Una vez finalizada esta meta, a pesar de considerarla una profesión difícil para ella, Evangelina persiguió su sueño de convertirse en abogada, por lo que estudió una segunda carrera en la máxima casa de estudios: Licenciatura en Derecho.
“Es que somos de otra generación y casi las carreras grandes son para los hombres ¿verdad? Pero cuando yo estaba en noveno semestre de Psicología me dio clase una maestra, que es psicóloga y era licenciada y como yo ya traía esa inquietud ella me la reafirmó, y me dije: Por qué me voy a quedar con las ganas. Cuando me muera no me voy a llevar nada más que el gusto de darme el gusto y de vivir lo que uno haya anhelado; de gozar de lo que uno planea y quiera”, mencionó la orgullosa cimarrona.
En esta experiencia universitaria, la cachanilla reconoció lo difícil que fueron los últimos semestres debido a las prácticas profesionales y liberación de servicio social, por lo que comentó que estuvo a punto de renunciar a este sueño, pero mientras caminaba por los pasillos de la universidad “ahí ponen unos cuadros pero son publicidad y estaba anunciado uno de los lemas de la universidad, dice “Prohibido rendirse”. Y eso me dio pila y dije, ¡no! como sea yo ya entre y ahora tengo que salir. Y dale porque que verguenza primeramente para mi misma no terminar algo que yo me aferre, y luego un ejemplo para mi familia y mis nietos”, platicó Evangelina.
Entre los principales retos que comentó la egresada de UABC durante este trayecto, fueron las exposiciones ya que se ponía nerviosa, aunque comentó que siempre estuvo contenta con el apoyo de maestros y compañeros quienes la invitaban a formar parte de sus equipos en clase.
Fue así que el pasado junio de 2019 y a sus 67 años, Evangelina egresó como Licenciada en Derecho, convirtiéndose ahora en doble cimarrona, como ella menciona, y con ganas de continuar creciendo personal y profesionalmente, pues tiene planeado realizar una maestría relacionada con esta última profesión.
“Mi hijo me mandó que salí en la página de Facebook de la UABC, y dije: sabes qué, me da mucho gusto pero esto lo están usando, y ¡que bien! para estimular, porque muchos jóvenes y otros no tan jóvenes desertan la carrera siendo que hay jóvenes que se enferman y se quedan hasta llorando de que no pudieron quedar en el alumnado. Y que a los pocos meses yo mire que se estaban saliendo ya los jóvenes, y dije qué les pasa. No cabíamos en los primeros dos meses y después de esos dos meses ya veía que hasta sobraban mesa bancos; y decía dentro de mi,¡ay que pecado!, ¿por qué hacen eso?”, sostuvo Evangelina.
A su vez, su médico dijo que la ve muy bien y que la piensa dar de alta, por lo que en los próximos días sólo le realizarán unos exámenes pues considera que ella ”ya la ganó” respecto a su diagnóstico de cáncer.
Ante esto, la bajacaliforniana envió un mensaje a todos aquellos que se encuentran en una situación difícil o con ganas de realizar aquello que les gusta: “Primeramente dios y nosotros el ánimo que le pongamos, que logremos nuestros sueños, que no nos quedemos con las ganas, los anhelos, que lo superemos, que disfrutemos de la vida, que no somos un seno somos una persona; entonces con cuidados y tratamientos podemos salir adelante porque no somos nada milagroso, y mucho importa el estado de ánimo, a ser felices y en uno está salir adelante. Hay gente que no le gusta la escuela, lo entiendo, pero siempre el hacer algo por alguien es muy gratificante más que para otra persona, para uno mismo. Y si puedes hacer el bien, hazlo hasta donde puedas y lo que se pueda”.
Hoy no solo ella es profesionista sino sus tres hijos, uno Ingeniero en Sistemas, otro Licenciado en Comercio Exterior, y el más pequeño Ingeniero Eléctrico. Además de sus 8 nietos a quienes quiere motivar para continuar por este camino.
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