¿Qué piensas cuando lo ves?

Beto y Enrique (personajes de la serie infantil Plaza Sésamo) formaron parte de la niñez de muchas generaciones. Ahora los vemos como publicidad de un banco.

¿Será esta una muestra de cómo estamos habituados al consumo y las estrategias del mercado? Lo cierto es que ahora persiste esta práctica incrustándose en el imaginario cultural o en lo poco que queda él.

¿Cuántos crecieron con estos personajes?

Muchas generaciones han sido parte de esta serie de televisión desde 1969. La serie cuenta con 50 temporadas y es transmitida por varios países en Latinoamérica y en el mundo.

Parece algo normal cómo lo que en algún momento era un programa educativo se ha vuelto un producto más de la industria publicitaria.

No debemos olvidar que existe mucha gente detrás que vive de la manufactura, la gestión y la creación de estos personajes y merecen todo el reconocimiento, pero sin caer en reduccionismos, pensar que un programa infantil es publicidad puede generar ciertas cuestiones.

¿Acaso no es visible el público al que va dirigido? ¿Es solo para los adultos esa publicidad?

Cada quien puede sacar sus propias conclusiones, pero no les extrañe si el día de mañana su hijo o hija de 5 años les pide dinero para abrir una cuenta porque Beto y Enrique están ahí como si nada pasara.