La bola de nieve que muchos economistas previeron que ocurriría finalmente está pasando. La economía estadounidense registró una de las peores caídas de la historia al descender 9.5% en el segundo trimestre del 2020.

Debido a efectos de la pandemia con el cierre de múltiples negocios, el desempleo y los nuevos rebrotes, incluso durante abril y junio la economía se contrajo un 32.9% respecto a otros años, según la Oficina de Análisis Económico.

Esta situación es difícil compararla con la Gran Depresión de 1932 debido a que apenas en 1947 comenzaron a realizarse los análisis trimestrales, mismos que toman en cuenta sus números promediando las expectativas conforme al resto del año, es decir una taza anualizada, sin embargo, Estados Unidos entró en su primera recesión desde la crisis de 2008, justo cuando su mercado se consolidaba y tiraba al alza.

En cualquier caso, los números son alarmantes pues el PIB en el país disminuyó 5%, el desempleo subió hasta los 1.43 millones y ocurrió un enorme desplome del gasto de los consumidores quienes se quedaron en casa y evitaron salir de viaje o de compras a medida que el virus se esparcía.

Se estima que de seguir las condiciones actuales la economía podría empeorar los próximos meses. Millones de personas ya han solicitado subsidios del gobierno y aunque muchos mercados reabrieron, se están viendo obligados a cerrar nuevamente por los rebrotes.

Donald Trump espera que a finales de octubre, poco antes de las elecciones presidenciales, se den buenas noticias respecto a la recuperación económica, pues claro, sería conveniente para su reelección, aunque la realidad refleje lo contrario.

Con información de Infobae y CNN