Una de las visitas que seguro has postergado por el solo hecho de pensar en las largas filas y tiempo invertido es la de asistir a un banco.

Desde que la pandemia por Covid-19 comenzó, diversos bancos han recurrido a estrategias de contingencia sanitaria que han reducido su personal, modificado su forma de atender y prolongado la espera para los clientes.

El caso más crítico, en experiencia propia, quizás sea el de cualquiera de las sucursales Banamex en Tijuana, donde gente ha hecho fila por hasta 5 horas en espera de ser atendida por un ejecutivo, motivo por el cual muchos piden permiso para faltar al trabajo.

La fila comienza desde temprano. Algunos sugieren llegar a las 5 de la mañana para ser de los primeros en entrar, aunque el banco abre a las 8 a.m. Ahí ya suman 3 horas de espera para el siguiente requisito.

Cuando un trabajador del banco llega provee alrededor de 200 números a las 2 filas de personas formadas afuera del banco (quienes van a cajas y quienes van con un ejecutivo) y les da un horario estimado para que regresen y sean atendidos. Los clientes que vuelven a la hora marcada todavía deben esperar aproximadamente 1 hora para entrar al banco, pues otros del mismo horario también aguardan.

La gente que llega tarde no alcanza ni siquiera un número por lo que desiste en su intento para volver otro día.

Los que se encuentran en la cabeza de la fila justo al abrir el banco entran de 1 en 1 cuando van con ejecutivo, y de 5 en 5 cuando van a cajas, respetando en el interior las medidas de sana distancia, sometiéndose en la puerta a revisiones de temperatura y requiriendo el uso obligatorio de cubrebocas, así como colocación de gel sanitizante.

Cabe señalar que el tiempo de espera por persona cuando es atendida por un ejecutivo en cualquier banco ronda en los 30 minutos. Esto se agrava hasta 45 minutos o 1 hora dependiendo del trámite y cuando solo hay 1 agente en turno y no 2 o 3.

El servicio para cajas es más fluido, aunque no exento de lentitud comparado con lo que estamos habituados, aun así, los usuarios deben esperar por horas en cualquiera de los bancos.

En un día de suerte, (que no sea quincena, lunes o viernes donde por lo general hay más trámites) uno puede llegar al banco poco antes de las 7 a.m. y salir alrededor de las 9 a.m. cuando se trata de un banco como HSBC o Bancomer, donde no hay tantos clientes, dependiendo de la zona de la ciudad.

Ante la situación algunos han optado por la estrategia de los relevos, es decir una persona espera por un par de horas y luego un familiar suyo la sustituye para hacer el resto de la fila. Incluso se ha visto en las afueras de algunas sucursales a gente que cobra por hacer fila; estos llevan consigo una silla, agua, su smartphone con datos para entretenerse y hasta una sombrilla para hacer la espera más llevadera. Cuando el tiempo de ser atendido llega, le marcan al cliente para que regrese y les pague.

Las personas con discapacidad y adultos mayores obtienen prioridad para ser atendidas y hacen una tercera fila en el exterior en las sucursales de Banamex.

Una sugerencia para los usuarios es ir a sondear el terreno primero antes de decidir visitar cualquier banco, y averiguar todos los requisitos y documentos necesarios para realizar el trámite correspondiente, pues a falta de alguno deberá volver otro día a realizar la misma y frustrante operación con tiempos de espera infinitos.