El gobierno de Estados Unidos cerró el acceso a los viajeros internacionales en marzo con una serie de rápidos movimientos, sin embargo, reabrir podría tomar más tiempo del esperado; proceso que se complicaría dada las tensiones con China.
Aunque el presidente Donald Trump presiona a los estados del país a reactivar sus economías, las fronteras permanecerán cerradas a viajeros provenientes de China y Europa.
Cualquier decisión en facilitar las restricciones de viaje dependerá en gran medida de los protocolos de seguridad de todos los países, para así limitar el contagio del coronavirus, y si dichos países permiten también la entrada a ciudadanos estadounidenses.
El asesor de finanzas de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo la semana pasada que Trump y los oficiales de salud de EU estaban examinando el asunto de los viajeros internacionales. pero no dieron más detalles.
Trump implementó en enero una restricción temporal a la mayor parte de los viajeros de China, el país donde se originó la pandemia; ocurrió lo mismo para visitantes de Europa en marzo, así como los viajes no esenciales entre las fronteras con Canadá y México, suspendiendo la emisión de visas del consulado.
Algunas aerolíneas de EU desearían reestablecer sus vuelos a China debido a que es un mercado importante, pero la esperanza de levantar las restricciones se complica pues China cuenta, a su vez, con sus propias restricciones a vuelos foráneos, ya que solo se permite un vuelo internacional por semana con una ocupación de pasajeros del 75%.
La política doméstica y las tensiones entre ambas naciones, dadas las acusaciones de Trump hacia China por ocultar información de la enfermedad, podría generar adicionalmente un obstáculo para que las cosas vuelvan a la normalidad.
Las discusiones dentro de la administración de Trump sobre cuando reabrir sus fronteras no se han cristalizado en un plan concreto, pues aun hay miedo de un resurgimiento del virus en países donde los contagios van a la baja. Sin embargo, Washington es claro en una cosa: gente de otros países no deben entrar a Estados Unidos si los americanos no pueden viajar a esas naciones.
“Creo que la coordinación entre los gobiernos será la clave”, dijo Virginia Messina, directora ejecutiva del Consejo Mundial de Viajes y Turismo “Se necesitará esos acuerdos bilaterales”
Sin dudas se requerirá de una serie de pasos coreografiados de diversas agencias de gobierno, como el Centro de Control de Enfermedades y el Departamento de Estado.
Restaurar el flujo de viajeros hacia los Estados Unidos ayudaría a impulsar la economía después de la pandemia. La Asociación de Viajes de Estados Unidos, con sede en Washington, estimó que los viajeros internacionales dejaban una derrama económica de 33.6 billones de dólares, y generaban un total de 1.2 millones de empleos, actividades que han sido puestas en suspensión por la contingencia.
Con información de Reuters
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