Con un llamado al alcalde Marco Antonio Novelo a que cumpla con su palabra, y al cabildo, para que aprueben el Reglamento del Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la zona norte del municipio de Ensenada, vitivinicultores del Valle de Guadalupe advirtieron que, de no ser así, tomarán acciones de protesta que pueden paralizar la economía de la ciudad.
Encabezados Fernando Pérez Castro, presidente del Comité de Provino, un grupo de empresarios vitivinícolas y empleados del sector, advirtieron que, de no ser aprobado el reglamento por la presente administración, se dejará una ventana abierta para que, sin orden, entren todos los giros posibles y se provoque un ecocidio que puede acabar con el gran atractivo que representa la región.
Pau Pijoan, Christoph Gaertner, Natalia Badán, Leonardo Torres Alegre y Patricia Velazco, Claudia Turrent, entre otros productores del Valle de Guadalupe, manifestaron su indignación por la inacción del ayuntamiento e hicieron un llamado a las autoridades que tienen el poder de hacer las cosas bien, a que lo hagan.
“No vamos a permitir que intereses oscuros y mezquinos estén por encima de la vocación del Valle, de su gente y que se prive a Ensenada y a México de contar con un lugar maravilloso que tiene el potencial de ser un lugar enoturístico que ha sido construido por muchos durante mucho tiempo”, advirtieron.
Que el Reglamento sea a favor de los valles, no a favor de unos cuantos, dijo Patricia Velazco, y que ya no le den más largas.
“Nos convocaron a la discusión del Plan Sectorial Programa Sectorial de Desarrollo Urbano-Turístico de los Valles Vitivinícolas de la zona norte de Ensenada y luego a las mesas para crear el Reglamento, pero hay decepción, porque nos escuchan, pero les vale madre, no nos están tomando en cuenta”, sentenció Fernando Pérez Castro.
Nadie quiere un centro urbanizado como ya lo hay muchos en el mundo con pavimentos, grandes hoteles y rascacielos, lo que se busca es que la zona conserve sus características rurales con su vegetación y colinas libre de giros negros que cambiarían el perfil del turismo de calidad cuya derrama económica beneficia a muchos sectores económicos, por otro que solo busca la diversión del alcohol.
Los vitivinicultores lamentaron que haya falta de visión, de generosidad y de compromiso por parte de las autoridades municipales que han perdido la noción de que son servidores públicos al servicio de la comunidad. No son los dueños, porque el Valle es de Ensenada, construido por gente con muchos años de arraigo y otros venidos de todo el país y algunas partes del mundo, atraídos por su vocación vitivinícola.
En el Valle confluyen los sueños de mucha gente, no todos son millonarios, sino de decenas de pequeños productores que trabajan sus tierras desde la siembra, la cosecha hasta la producción de sus vinos, otros que tienen restaurantes o pequeños negocios que ofertan sus productos al turismo, y que lo quieren seguir haciendo, pero de manera ordenada.
De no aprobarse el reglamento, reiteraron, llevaran a cabo las manifestaciones que sean necesarias como cerrar todo un fin de semana sus negocios u otras acciones que pondrían en riesgo la economía de la ciudad, si el alcalde Marco Antonio Novelo Osuna y los regidores, siguen omitiendo su responsabilidad de aprobar el reglamento antes de que concluya su mandato.
Los productores hicieron un llamado a la población a que no los deje solos en la lucha ya que al defender la vocación del Valle de Guadalupe, también se defiende la derrama económica que significa para constructores, hoteleros, restauranteros, productores, transportistas, guías de turistas, gasolineros y sus trabajadores.
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