Activistas sinaloenses defienden a la Bahía de Topolobampo ante un intento ilegal de implementar una planta de amoniaco dentro de un área natural protegida por convenciones internacionales; de no ser protegido, pondría en peligro no solamente al medio natural y el hábitat de aves migratorias protegidas, sino también afectaría - en caso de accidente - a la población de Los Mochis y comunidades pesqueras aledañas.
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La compañía registrada como Gas y Petroquímica de Occidente SA de CV, mantiene en vilo a la comunidad mochiteca por el proyecto de echar andar una planta de amoniaco, aún cuando altera un importante humedal dentro de la Bahía de Topolobampo. Diversas agrupaciones han interpuesto demandas por las múltiples violaciones en derecho ambiental, para intentar frenar los avances del proyecto que al día de hoy, ha dañado un área importante de humedales en la zona.
La defensa del manglar recae ante la responsabilidad del estado de defender el ecosistema de humedales, ya que México es firmante de la Convención de Ramsar, con la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, firmada en Irán el 18 de enero de 1971. Dicho documenta obliga al estado mexicano a proteger estas importantes áreas, donde dicha área está incluida en la Lista de Humedales de Importancia Internacional. México cuenta con 142 áreas dentro de la lista, siendo la afectada el sitio Lagunas de Santa María-Topolobampo-Ohuira, con una extensión de 22,500 hectáreas.
Gas y Petroquímica de Occidente SA de CV contempla una fábrica para la producción de amoniaco anhidro con una capacidad de producción de dos mil 200 toneladas métricas por día, con capacidad de almacenar hasta 75 mil toneladas de producto. La decisión de instalarse justo en ese punto de la bahía - tan cercano a la población dedicada a la pesca y al ecoturismo - es que facilita a la fábrica el acceso tanto a energéticos fósiles, carga eléctrica de la CFE así como acceso a agua de la misma bahía.
Un grupo de ciudadanos como Gerardo Peña, han interpuesto una serie de demandas para detener la edificación de esta fábrica. Dijo: “pone en gran riesgo a la bahía y a las personas que conviven ahí. La gente vive de la pesca y del turismo. Aparte del daño ambiental, está el impacto social. Un daño enorme a la economía de las persona además de las personas. Ahorita hay una reducción de 27 hectáreas las cuales afecta a las aves migratorias. Ese proyecto funcionando traería un sistema de enfriamiento y arrojaría agua caliente de regreso. En el primer año de funcionamiento se perderían 500 toneladas de larva de camarón".
Agregó que "los pescadores serán los primeros en notar las pérdidas. En caso de accidente, existe un núcleo de 15 kilómetros que afectaría a la población circundante. Es la gente la que se vería afectada en su salud, incluso de manera letal” expresa el arquitecto sobre esta problemática donde la corrupción es una mancha indeleble en un proyecto que no tendría viabilidad por derecho ambiental".
No es descabellada la preocupación de la comunidad de Los Mochis, donde se cuenta con un antecedente por la filtración de un tanque de amoniaco que requirió la evacuación de las rancherías en Corerepe y El Gallo en 2018. Durante el referido derrame de amoniaco, se registró el deceso de 20 borregos, afectaciones en casi 10 hectáreas de cultivos de frijol y chile, así como daños en piel de dos bomberos que participaron en las acciones de salvaguarda de la población.
Video de la fuga de amoniaco en Corerepe registrada en 2018:
La enorme importancia de los humedales o manglares recae en su valor como ecosistema costero de transición entre aguas continentales y marinas. En ellas se da la anidación de aves migratorias, filtración de metales pesados y zonas de crianza y sostenimiento de diversas especies marinas que dan sustento a través de la pesca. Actualmente México cuenta con la Ley de Vida Silvestre, que dentro de su artículo 60 TER indica:
“. . . Queda prohibida la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural; de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turísticos; de las zonas de anidación, reproducción, refugio, alimentación y alevinaje; o bien de las interacciones entre el manglar, los ríos, la duna, la zona marítima adyacente y los corales, o que provoque cambios en las características y servicios ecológicos...”
Lamentablemente los humedales han sido afectados poco a poco, y el área colindante fue intervenido con canaletas cuyo único propósito es la desecación del área. Estudios ambientales advierten un severo daño a especies de mangle negro y rojo, consideradas en amenaza, además del ostrero blanquinegro, la garza grisáceos y especies de crustáceos que serían afectadas por la eliminación del hábitat.
vrenne.rodriguez@gmail.com
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