El debate surgido a partir de que se anunció a la actriz que dará vida a Ariel en el remake live-action de La Sirenita ha llevado a algunos a defender la elección de Disney recordando que no se vieron las mismas quejas cuando Jason Momoa fue seleccionado para dar vida a Aquaman, el superhéroe de DC Cómics.

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Muchos de los que utilizan eso como argumento parten de una idea no muy precisa ni fácil de comprobar: que los mismos que critican a la actriz Halle Bailey como la seleccionada para dar vida a Ariel son los mismos que aplaudieron a Momoa como Aquaman, pero incluso si ignoramos esa suposición hay grandes diferencias que se deben señalar, y comenzaremos con las similitudes en ambos casos.

Dejando a un lado las bromas e insultos racistas, los fans de La Sirenita que critican a Halle Bailey como una mala elección porque su piel es negra y sus rasgos no se parecen a la versión animada de Disney aseguran que el problema es la poca fidelidad con respecto a la original. Con Jason Momoa, que tampoco se parece a la versión original de los cómics (rubio y blanco) las quejas no fueron ni remotamente tan abundantes como lo han sido para la cantante afroamericana. ¿Doble moral? Es lo que aseguran muchos en Twitter:

Se fijaron como con Acuaman nadie la hizo de pedo cuando anunciaron que Jason Momoa representaría el papel?

Es porque realmente les importa la “fiel” representación de un personaje? O será porque nadie nunca duda de la capacidad de un hombre para hacer un trabajo? pic.twitter.com/gFOx8iGOZM

— Ralzs_ (@Cuerpo_hablante) July 4, 2019

Sin embargo, si tratamos de razonar un poco más allá de lo superficial de la comparación nos encontramos con importantes diferencias que ponen en entredicho la acusaciones de doble moral. Primero vale la pena recordar que Aquaman no era un superhéroe muy popular entre el público general, la mayoría de las personas lo recordaban por su participación en la caricatura Los Super Amigos, la cual le acarreó una mala fama que duró por décadas.

James Wan, director de Aquaman, estaba consciente de ello y gran parte del éxito de su cinta se basó en que Momoa le regresó la dignidad a un superhéroe que solo era motivo de burlas.

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Los lectores de cómics seguramente tuvieron quejas y comentarios mixtos sobre Momoa, pues identificaban a Aquaman con un sujeto rubio, pero se trata de un grupo minoritario; el rey de Atlantis nunca ha gozado de una popularidad inmensa como sí la tiene Batman o Superman. Jason Momoa, su carisma y atractivo físico fueron en gran parte responsables del éxito arrollador de Aquaman en taquilla, no lo fue el que se tratara de un largometraje del superhéroe submarino.

¿Qué pasa con Ariel? Casi lo contrario, niños y adultos conocen a la Sirenita en su mayoría por la película animada de Disney que retrató a la protagonista como una adolescente blanca y pelirroja, es un personaje querido y que ha sido difundido en todo tipo de mercancía por Disney.

Es muy probable que si Aquaman hubiera sido tan popular como Batman, y no un motivo de burlas y parodias, la reacción del público ante la selección de Momoa hubiera sido negativa, y la prueba la encontramos en la reticencia de los fans de James Bond a aceptar que un actor negro lo interprete. Hasta el momento casi todo personaje de la cultura pop muy querido que ha sido cambiado de raza en el cine y la TV ha recibido críticas por parte de los fans, así que no vengan con que hay una doble moral porque Aquaman, un superhéroe querido por casi nadie, no recibió quejas al ser interpretado por Jason Momoa, actor que sí se ganó el amor del público por su papel en Game of Thrones como Khal Drogo.

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¿Racismo? Sin duda hay numerosos casos de ello, pero otra cantidad enorme de personas que no es racista simplemente quiere ver algo parecido a lo que ya conoce, esa es la clave del éxito para los remakes live-action de Disney como La Cenicienta, El Libro de la Selva, La Bella y la Bestia y Aladdin.

El debate apasionado que desató el tema de La Sirenita es una muestra de cómo los fanáticos se toman muy en serio los personajes de la cultura pop que aman, pero al final solo es una película más y puede ser buena si un guión de calidad la respalda, a pesar de que la protagonista no se parezca a lo ya conocido.

Para más información, lee la nota original de Tomatazos.

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