Edna Lugo es la estilista y empresaria que ha revolucionado el mundo de la moda en la frontera. Con esta entrevista, continuamos con nuestra serie de perfiles de los talentos con mayor potencial de crecimiento en Tijuana y San Diego.
Edna Lugo es una auténtica revolucionaria en su oficio: sus cortes de cabello evocan la estética cyberpunk de los años 80, pero también la elegancia y sencillez de la cultura japonesa pop.
CHLF es el nombre de la marca que fundó en abril del 2016; es acrónimo de Cut Hair Like Female (Corta el cabello como mujer, en español).
La importancia que le da Edna al empoderamiento femenino se refleja tanto en sus productos vanguardistas de belleza, CHLF product, como en el salón de belleza que fundó en octubre del 2017, CHLF Salon.
Y es que no sólo es una estética, sino una empresa que abarca la elaboración y venta de productos de vanguardia para el cabello. Edna dona un porcentaje de sus ventas a mujeres en condiciones de necesidad.
El 5% de las ganancias de los productos son destinados al Fondo Mundial para Mujeres y al Auxiliar de Mujeres del Ejército de Salvación. Además, promueve la creación fórmulas libres de experimentación en animales.
Con ello, CHLF rompe con el estereotipo de las estéticas conservadoras de San Diego.
El salón es minimalista en su estilo, reminiscente de sus influencias del cine de ciencia ficción, tal como Blade Runner, e incluso del anime japonés.
Todo ello ha permitido que Edna, quien tiene 12 años en el negocio, sea una de las figuras más influyentes en la comunidad de la moda en san Diego y Tijuana.
Después de haber regresado a San Diego de una gira de negocios en Asia, platicamos con Edna sobre su trabajo.
Platícanos qué es CHLF. Es un salón, pero también es una marca...
El acrónimo CHLF viene de “CUT HAIR LIKE FEMALE”. Es una tienda online que rápido empezó a recibir reconocimiento como una marca de influencia en la comunidad de belleza en EU.
¿A qué edad y por qué comenzaste a cortar el cabello?
A los 17 años empecé a experimentar con amigos y conmigo misma. Poco después ingrese a los 18 a una escuela profesional de belleza. Han pasado 12 años han pasado desde entonces.
Platícanos cómo surgió la idea de hacer un salón como este. ¿Cuál es el concepto detrás?
La idea de los productos fue primero. No tomo mucho para notar que para lograr que este proyecto tomará más fuerza tendría que armarse un “lifestyle brand”, en el que no solo es un objeto físico, sino también una propuesta de estilo de vida.
¿Cuáles son los logros más grandes de CHLF?
Durante el tiempo que CHLF (tienda online) fue fundada, muchos movimientos a favor de los derechos de la mujer tomaron lugar alrededor el mundo. Fue casi como una consciencia colectiva de incomformidad y ganas de mover las piezas para seguir adelante.
En nuestra industria el cambio fue evidente cuando empezamos a escuchar de mas mujeres estilistas/educadoras tomando la iniciativa de formar sus propios movimientos o haciendose artistas independientes, inspiradas por CHLF.
Curiosamente la mayoria de las compañias de educacion y salones con mayor exito al menos en EU son casi siempre propiedad de empresarios/educadores hombres, ahora con orgullo podemos decir que la proporción es mas equitativa.
¿Cuáles han sido los obstáculos más difíciles que ha enfrentado CHLF como salón y como marca?
Mantener el enfoque y la organización.
Sabemos que estuviste recientemente de tour por Asia. ¿Qué fuiste hacer allá?
Solidificar relaciones que se han creado gracias al las redes sociales con salones e influencers en Seoul (Corea del Sur) , Osaka y Tokyo (Japón), claro que con un poco de soju y sake.
¿Quiénes son tus mayores influencias y qué aprendiste de cada una de ellas?
Mi mayor influencia es la música y ese a sido mi principal motor visual, después viene un poco de el arte virtual.
Si tu trabajo como hairstylist se pudiera traducir a música, ¿a qué sonaría?
A City Pop.
Si tu trabajo como hairstylist se pudiera traducir a cine, ¿qué película sería?
Blade Runner.
editorial@sandiegored.com
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