Ante 150 mil personas, el presidente Andrés Manuel López Obrador resumió en una hora con 33 minutos “100 compromisos” integrados con los proyectos estratégicos de su plan de gobierno y los puntos de austeridad y anticorrupción y aclaró que en el próximo informe de gobierno, no solo revisará los avances con los legisladores del Congreso, también realizará su evaluación en la plaza pública: el Zócalo capitalino.
"Yo les necesito. No me dejen solo. Sin ustedes los conservadores me avasallarían, pero con ustedes me van a hacer lo que el viento a Juárez", aseguró.
68 autoridades de pueblos indígenas pidieron al presidente constitucional permiso para hacer un ritual de liberación y purificación; además, tras bañarlo con el aroma de ramos de flores y el humo del copal, López Obrador recibió el poder del Bastón de Mando de Pueblos Indígenas.
“Le pedimos a las fuerzas de todos los pueblos, Virgen de Guadalupe, te pedimos que cuides a tu hijo de todo lo malo y de todas las malas energías que se le quieran Interceder en el camino”; el presidente López Obrador le pidió al pueblo mantener la comunicación abierta pero que lo cuiden al paso de las multitudes porque el no quiere “un divorcio” con la ciudadanía.
Tras recibir un instrumento sagrado contra las “malas vibras” de un mayordomo que cayó de hinojos, conmovido hasta las lágrimas al hablar ante el presidente de México, el reloj marcaba las 17:20 horas de este sábado primero de diciembre cuando López Obrador se puso de rodillas frente a los representantes de distintos grupos originarios. "Yo ya no me pertenezco, soy del pueblo de México", diría más tarde, al cerrar su discurso.
También, al referirse a las industrias petroleras y eléctrica, el primer mandatario mexicano pidió “ténganme confianza, porque me entregaron un país en quiebra”. Pero confío en que “vamos a rescatar estas dos grandes industrias del pueblo de México para lograr el desarrollo del país con los compromisos”.
“Analicemos en las casas, calles y plazas si mejora o empeora la situación económica y social de nuestro pueblo y tomemos siempre entre todos los acuerdos que más convengan a la sociedad y a la nación”, convocó.
“No dejemos de encontrarnos. No me dejen solo porque sin ustedes no valgo nada o casi nada; sin ustedes, los conservadores me avasallarían fácilmente. Yo les pido apoyo reitero el compromiso de no fallarles; primero muerto que traicionarles.
Pero por encima de todo, actuemos con optimismo y alegría porque tenemos la dicha enorme de vivir tiempos interesantes porque entre todos empezaremos a construir la justicia y la felicidad que nuestro pueblo se merece”, señaló desde el templete central.
“Se atenderá a todos los mexicanos sin importar creencias, clases, organizaciones, sexo, partidos, sectores económicos o culturales, pero, por el bien de todos, primero los pobres”, insistió, al garantizar atención especial a los pueblos indígenas que “viven bajo la opresión y el racismo, con la marginación a cuestas”.
También se abrirá un proceso de amnistía para dejar en libertad a presos políticos o víctimas de represalias del antiguo régimen y se investigará la desaparición de los normalistas rurales de Ayotzinapa, “se indagara la verdad y se castigará a responsables”.
No habrá censura y se va a garantizar en México el derecho a disentir, aseguró.
Por cierto, señaló en los próximos días el avión presidencial estará en venta desde una sala de exposición de Boeing.
El presupuesto para financiar los programas se obtendrán de ahorros por no permitir la corrupción y gobernar con austeridad republicana.
No aumentarán los impuestos más allá de la inflación y no se crearán nuevos impuestos. Tampoco aumentaremos la deuda pública. No gastaremos más de lo que ingrese a la hacienda pública.
Seremos respetuosos de la autonomía del Banco de México y de sus políticas para evitar que haya inflación o devaluaciones.
Se aplicará una estricta política de austeridad republicana. No habrá amiguismo, nepotismo e influyentismo, ninguna de esas lacras de la política.
Serán transparentes la nómina y los bienes de los funcionarios públicos y de sus familiares cercanos.
El presidente López Obrador prometió mantener las estancias infantiles de la antigua Secretaría de Desarrollo Social y los CENDIS; los recursos están garantizados en el presupuesto bajo el resguardo de las secretarías de Bienestar y de Educación Pública.
También reiteró las becas a estudiantes de todos los niveles y trabajo a jóvenes; habló de 100 nuevas universidades públicas, “con carreras acordes a cada región” y sin pago de colegiatura.
Se cancelará la llamada Reforma Educativa, “el gobierno no agraviará nunca más a maestras y maestros”, enfatizó.
Este día, remarcó el presidente de México, inicia el apoyo a los damnificados de los sismos con trabajo, vivienda y servicios públicos; con la construcción y reconstrucción de escuelas, centros de salud, edificios públicos y templos dañados.
Se intervendrán las colonias marginadas de la frontera norte: Tijuana, Mexicali, San Luis Río Colorado, Nogales, Ciudad Juárez, Acuña, Piedras Negras, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Se hará realidad el derecho a la salud para garantizar atención médica y medicamentos gratuitos.
En el caso de la burocracia, afirmó que bajarán los sueldos de los altos funcionarios y aumentaran los salarios de los trabajadores de base y sindicalizados que ganan menos de 20 mil pesos al mes.
Aumentarán las pensiones a los adultos mayores y recibirán apoyo un millón de discapacitados pobres, en especial, niñas y niños.
También este diciembre arrancará la construcción de caminos en municipios olvidados de Oaxaca, Guerrero y otros estados.
Se unirán Diconsa y Liconsa en la Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) para distribuir una canasta de alimentos básicos a precios bajos para combatir la desnutrición y el hambre del pueblo.
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