Confesar a un crimen menor a cambio de que se vaya el cargo mayor, fue el trato que hizo el aún regidor de Tijuana, Luis Torres Santillán, en una corte de San Diego.
A cambio de declararse culpable de "realizar una transacción financieria sin licencia", la Fiscalía en San Diego aceptó retirarle los cargos de lavado de dinero, por lo que fueron detenidos en la frontera el año pasado.
"No es raro que los acusados lleguen a un acuerdo de culpabilidad que les obliga a rendir cuentas, pero que también descarta los cargos que se presentaron inicialmente", comentó el fiscal John Dunn al San Diego Union-Tribune.
Solo le dieron entonces una sentencia de tres años en libertad condicional más veinte días de servicio comunitario en México.
Todo el problema inició cuando sospechaban de que había lavado hasta 650,000 dólares a través de una casa de cambio para importar ilegalmente dólares a California. Pero lograron comprobar que se trató de un descuido (muy grande) pero no de un acto ligado a crímenes más serios como narcotráfico o alguna red de evasión de impuestos más grande.
"No hay absolutamente ninguna prueba de que el señor Santillán estuvo involucrado en lavado de dinero o que algo del dinero que se contrató para que fuera importado a Estados Unidos tenía alguna conexión a alguna irregularidad, tráfico de drogas o cualquier otro crimen", dijo el abogado de Santillán, Anthony Colombo.
Santillán dijo que todo este proceso ha sido doloroso, y que "veinte días en la cárcel fue mi pago, un 24 de diciembre que no pasé con mi familia, un 25 de diciembre que no vi a mis niños sonreír duele, se queda para siempre y es algo que no quiero que nadie pueda pasar y no tenía porqué haberme pasado a mí."
Ahora descansará y analizará si regresa o no como regidor en el Cabildo de Tijuana u otro cargo público.
Con información EFE, vía el San Diego Union-Tribune.
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