Gritando en la noche desde la ventana de un hotel, y hablándose a sí mismo afuera de una licorería y afirmando que la CIA lo estaba forzando a unirse al Estado Islámico, el francotirador masivo de aeropuerto Esteban Santiago parece ser el más nuevo ejemplo de la batalla de la nación contra los casos de salud mental antes de que lleguen a crisis así como lo son estos crímenes mortales.
Aún no es seguro si Santiago tiene una historia diagnosticada de enfermedad mental, pero el comportamiento que varios dijeron que tuvo antes de dispararle fatalmente a 5 personas el pasado 9 de enero es regularmente lo que policías, psiquiatras, paramédicos y otros reconocen como el comportamiento de personas que sufren algún tipo de angustia psiquiátrica.
Tanto en el condado de San Diego como en el resto de la nación, la necesidad de que estos pacientes están agotando las capacidades de los departamentos de emergencia de los hospitales y los centros de tratamiento, causando un efecto de derramamiento que aumenta las posibilidades de encarcelamiento.
El Sheriff del condado de San Diego, Bill Gore, dijo que ha notado una escala definitiva en los incidentes de salud mental dentro de la región.
"Creo que podría hablar por la mayoría de los policías en el condado cuando digo que ha habido un incremento dramático en el número de llamadas relacionadas a la salud mental que hemos tenido en los últimos 6 años," comentó Gore.
La Asociación de Gobiernos de San Diego reportó un incremento del 84 por ciento en las llamadas del condado para servicio a salud mental del 2009 a 2015, un crecimiento que aún no es completamente entendido. Las operaciones sobre salud mental del gobierno del condado también están manejando una significativa cantidad más de casos de enfermedad mental severa, incluyendo esquizofrenia y bipolaridad.
Los investigadores sospechan que la tendencia está influenciada por factores como el abuso de drogas, la ola de veteranos post 9/11 que regresaron a casa con desorden de estrés post traumático y los cambios en cómo las cortes clasifican ciertos crímenes.
A nivel nacional, el 3.6 por ciento de los adultos reportaron el presentar angustia psicológica seria en el 2015 la segunda más alta desde 1997, de acuerdo a los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
El estatuto le permite a los psiquiatras el ordenar hospitalización involuntaria cuando el comportamiento de los pacientes se cree ser un peligro inmediato para sí mismos u otros. También permite el tratamiento involuntario si alguien está tan "gravemente deshabilitado" por su enfermedad mental como para satisfacer sus propias necesidades de comida, ropa y refugio.
La violencia con armas de fuego, como la balacera que involucró a Santiago, tiende a atraer gran atención pública, pero el Dr. Michael Plopper, jefe médico de los servicios de salud del comportamiento de la red local Sharp HealthCare, dijo que el público debería reconocer que el porcentaje de violencia entre las personas con enfermedad mental es bajo.
"Es un apartado muy pequeño de las personas mentalmente enfermas que en realidad son un peligro para sí mismos y otros. Estas son personas con enfermedad psicótica usualmente con alucinaciones de comando, y a veces bipolaridad," dijo Plopper.
Las investigaciones ya hechas lo respaldan.
Nota original de San Diego U-T.
Traducción: Azelia Mejía
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