Ubicado en la avenida Constitución, en la calle Séptima, el Antiguo Cine Bujazán fue inaugurado un 7 de julio de 1951, llegando a convertirse en el cine más grande y atractivo del norte del país.
Aunque no es tan antiguo como se cree pues, en 2016 apenas se cumplen 65 años desde su inauguración, el Cine Bujazán alcanzó un alto grado de popularidad en la ciudad posicionándose como uno de los lugares más conocidos en la década de los cincuenta. Con una capacidad de dos mil 400 personas, su estructura fue diseñada al mero estilo Art Decó, invirtiendo para su construcción tres millones y medio de pesos.
La edificación comenzó a levantarse en 1949 por iniciativa del empresario Miguel Bujazán, personaje que tiempo después se recordaría como uno de los pioneros de la industria cinematográfica en la región, su compañía Cines Bujazán, S. A., llegó a manejar alrededor de 75 salas en toda la república.
Días previos a la inauguración, diarios como El Heraldo, escribían sobre el esperado evento, describiéndolo como un "verdadero acontecimiento social y artístico". La cadena de cines Bujazán se decía satisfecha de "cooperar con el desenvolvimiento cultural y social de Tijuana presentando un espectáculo único en los añales de la historia de la ciudad fronteriza".
Fue el sábado 7 de julio de 1951 cuando el cinema abrió sus puertas exhibiendo la película "Deseada", protagonizada por Dolores del Río y Jorge Mistral. A la apertura acudieron celebridades como Libertad Lamarque y Sofía Álvarez, así como el tenor y actor, Pedro Vargas. Autoridades locales también estuvieron presentes, el general de División de esa época, Abelardo L. Rodríguez, acudió como padrino.
Además de cumplir con las funciones de un cine, en las instalaciones también fueron presentadas obras de teatro, se dieron informes de gobierno y se realizaron festivales. En el libro Baja California: mitos y ritos cinematográficos, se cuenta sobre la noche en que el famoso compositor, Agustín Lara, tocó el piano frente a una sala repleta, en la única aparición musical que tuvo en la ciudad.
De acuerdo al texto "Miguel Bujazán Petro y la historia de los cines en Tijuana", del historiador Gabriel Rivera, en 1986, el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles de Baja California, solamente tomó en consideración -entre las 34 fichas de edificios históricos de Tijuana- al cine, escribiendo sobre él que no había sido modificado, conservándose tal como fue construido: "Conserva decoración en relieve pintada de dorado, tanto el lobby como en la sala de proyección".
Fue en 1993 cuando un incendio provocado por un corte circuito acabó con una gran parte de la estructura. De aquella arquitectura Art Decó, sólo quedaron en pie algunas paredes de concreto, el lobby y la fachada; la cual con el daño provocado por el fuego y el paso del tiempo fue perdiendo vida, convirtiéndose en un edificio maltratado por los años pero aún firme.
Para el historiador Rivera, este cine dejó huella en la comunidad de Tijuana, tanto por sus instalaciones como por las actividades que se desarrollaron en él: "En este inmueble se presentaron artistas muy importantes de los años cincuenta, además de tomas de posesión e informes de gobierno de los primeros presidentes municipales".
A pesar del incendio sufrido, el edificio sigue considerándose patrimonio cultural del estado de Baja California.
Con información de Revista Mujer Actual.
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